La seguidilla de accidentes sufridos por aviones F-16 de dotación V Brigada Aérea en la pista del aeropuerto Cerro Moreno, será uno de los temas que los integrantes de la Comisión de Defensa del Senado, discutirán con el comandante en jefe de la FACh, general Jorge Rojas Ávila.
Si bien el alto oficial fue citado por la instancia parlamentaria para que informe sobre las capacidades de la institución para responder a desastres naturales (terremotos o incendios como el de Valparaíso), es un hecho que además se le solicitará una versión oficial de los accidentes que afectaron a los cazas.
SIMILITUDES
El senador Pedro Araya, integrante de la Comisión de Defensa, confirmó que a nivel parlamentario existe interés en aclarar las causas de las emergencias, sobre todo por las similitudes que existen.
No hay olvidar que en los últimos dos años dos aeronaves de guerra sufrieron desperfectos durante el despliegue de sus trenes de aterrizaje y a una tercera se le reventó un neumático en la carrera de despegue.
'Sin duda estas emergencias nos preocupan, porque parece ser un problema recurrente. Si uno revisa, son los mismos accidentes en un corto tiempo', indicó Araya.
Los F-16 que operan a nivel local corresponden al tipo MLU (Mid Life Upgrade). Esto significa que son máquinas de segunda mano, cuyos sistemas fueron actualizados, en este caso en Holanda.
Como parte de su plan de renovación de material, la FACh también adquirió, a valores mucho mayores, aviones F-16 nuevos, pero ninguno de éstos sirve en la zona.
Mantención
Según Pedro Araya, la principal duda que se intentará aclarar es si los tres accidentes ocurridos los últimos dos años tienen causas comunes y si guardan relación con el tipo de avión que se adquirió.
Aunque el parlamentario aclaró que la idoneidad de las compras no está en duda, estima que es necesario despejar algunas interrogantes, por ejemplo, si los servicios de soporte técnico que reciben las aeronaves son los adecuados.
'Por lo que sabemos hasta ahora, la causa humana está descartada, entonces lo que nos queda es poner atención a las causas técnicas', dijo.
Araya explicó que los últimos acontecimientos tienen un efecto en la imagen que proyecta el país en términos de su capacidad bélica, que es el pilar de la estrategia 'disuasiva' impulsada durante años.
'Habría que ser bastante ingenuo para pensar que este tipo de accidentes no son comentados en el vecindario', manifestó al respecto.
El legislador destacó en todo caso que la reunión será netamente informativa y enmarcada en las facultades que tiene la Comisión de Defensa para consultar sobre el estado del material de la institución.
Pedro Araya no descartó que la Comisión de Defensa se constituya en la base Cerro Moreno para recolectar información en terreno sobre el funcionamiento de los aviones.
EXPERTOS
La próxima semana, en tanto, llegará a Antofagasta un equipo de expertos holandeses para recabar antecedentes sobre los tres accidentes en que se han visto involucrados aviones de la Fuerza Aérea.
La visita es una medida excepcional y responde a la cantidad y tipo de accidentes. Previamente no se había requerido esta asesoría a Holanda.
El equipo investigador ya se comunicó con los técnicos locales y les solicitó un informe detallado de lo que encontraron tras las emergencias registradas los últimos dos años, incluido el protocolo de vuelo de las aeronaves afectadas.
Una vez en la ciudad, los investigadores revisarán las condiciones en que se están desarrollando las mantenciones que reciben las aeronaves.
SISTEMAS
Los trenes de aterrizaje son activados por los pilotos unos cuarenta segundos antes de tocar la pista. El oficial es informado de su despliegue con tres luces de color verde que se encienden en la cabina.
Por alguna razón, en dos vuelos estos mecanismos sufrieron una falla que les impidió abrirse de manera adecuada, obligando a sus pilotos a realizar aterrizajes de emergencia. Un tercero debió abortar un despegue por el reventón de un neumático.
El primer accidente de un caza F-16 en Antofagasta se registró el 30 de marzo de 2012, cuando una aeronave biplaza debió realizar un aterrizaje con su tren averiado.
El 9 de octubre de 2013, otro avión que tomaba velocidad para el despegue sufrió el estallido de uno de sus neumáticos, lo que puso en serio peligro a la aeronave y a su piloto. Por último, el jueves 8 de mayo nuevamente un avión de la V Brigada Aérea tuvo problemas para abrir su tren de aterrizaje, debiendo posarse sin ruedas sobre la pista.
Todos los pilotos involucrados en las emergencias resultaron ilesos, aunque los daños materiales en las costosas naves fueron considerables.