Fue hace poco más de una década que el grupo Luksic tomó el control de la sanitaria estatal Essan, en medio de una serie de privatizaciones iniciadas durante la administración de Eduardo Frei Ruiz- Tagle y consolidadas por Ricardo Lagos.

Desde entonces, la firma estuvo bajo la administración de Marco Kútulas Peet, quien hace algunos meses dejó el cargo para explorar su faceta empresarial. Se trató de una acción sorpresiva, pero que Kútulas venía meditando hace ya un tiempo.

Desde entonces se esperaba el nombre del sucesor lo que fue conocido recién hace unos días: Hugo Masana Sepúlveda.

El desafío es más que importante. La compañía tiene 162.000 clientes a nivel regional, que representan el 75% del consumo de agua (el resto son industriales), aspecto nada de sencillo en medio del desierto más árido del planeta.

GESTIÓN

¿Cuál es su sensación al ser confirmado como máximo ejecutivo de la sanitaria?

-Primero, agradezco la confianza depositada en mí para liderar esta empresa en un momento en que la Región de Antofagasta experimenta una importante expansión demográfica, lo que significa nuevos y mayores desafíos en la producción de agua potable en la zona más desértica del planeta.

¿Qué énfasis pretende dar a su gestión? ¿Qué diferencias habrá respecto de la anterior?

-Para los habitantes de la región, hasta hace algunos años, tener agua de manera permanente era un sueño, hoy es algo obvio gracias al trabajo que se ha realizado en estos diez años. Pasamos de 95 mil a más de 160 mil usuarios, por lo tanto el desafío es satisfacer esa demanda creciente con un servicio de excelencia que desde hace años entrega agua de calidad y saludable.

¿Será ésta una especie de segunda fase?

-Más que una segunda fase, seguiremos el desafío de continuar acompañando y haciendo posible el crecimiento y desarrollo de la región, sumando todo el esfuerzo y toda la tecnología posible para entregar el mejor servicio en el momento oportuno.

INVERSIONES

¿Cuánto invertirá la compañía este 2014?

-La inversión comprometida este año será de 36 mil millones de pesos aproximadamente, esta inversión ya se encuentra en ejecución y está destinada a mejoras operacionales de corto y mediano plazo. Entre 2015 y 2019 tenemos contemplada una inversión de 44 mil millones de pesos más.

¿Qué explica un monto tan importante?

-La empresa venía invirtiendo una cifra del orden de 15 millones de dólares anuales, pero en los últimos años el crecimiento explosivo de la zona nos ha llevado a aumentar esa inversión. Es necesario crecer en infraestructura y obviamente revisar aquellos aspectos con mayores incidentes. Por ejemplo, este año hemos disminuido en 45% las contingencias por roturas de matrices. Este plan de inversiones además aporta en la generación de empleo local, llegando a una cifra de 1.200 trabajadores, tanto internos como contratistas.

Se confirma un proceso de recambio de matrices, o algo así. ¿Hace cuánto no se hacía? ¿En qué comunas y áreas específicas se concentrarán?

-Esta inversión abarca toda la región y considera recambio de infraestructura, pero también construcción de estanques, mejoramiento de tecnología, contratación de nuevos profesionales, entre otros aspectos.

El crecimiento demográfico de ciudades como Antofagasta o Calama significa un mayor esfuerzo para nuestra infraestructura. Por ejemplo, en Mejillones están consumiendo un 17% más de agua. No podemos negarnos al crecimiento de la región, por lo cual vamos a hacer las inversiones necesarias para acompañar esa expansión. También hemos ampliado servicios a zonas que no contaban con agua, como El Huáscar. Haremos lo mismo con Coloso, Sierra Gorda y Baquedano.

DESALACIÓN

Masana Sepúlveda es ingeniero civil industrial y contador auditor de las universidades Católica del Norte y Universidad Arturo Prat, también es magíster en Dirección de Empresas.

El ejecutivo se hará cargo de una compañía que ha presentado crecimientos promedio de aproximadamente 5% anual en los últimos años, aunque la tendencia sufre una leve baja a partir de este año.

¿Qué pasará con la segunda desaladora? ¿Sigue en marcha ese proyecto y si es así, cuándo debiera comenzar su construcción y definitiva puesta en marcha?

-Este y otros proyectos siguen en marcha, estamos evaluando las mejores alternativas para ampliar la producción de agua desalada. Necesitamos aumentar la producción para asegurar el 100% del suministro regional a mediano y largo plazo. Debo destacar que sin desalación no hay agua para los requerimientos de la zona.

¿Se mantiene la ubicación? ¿Qué se hará con las críticas de vecinos?

-Por nuestra parte el proyecto no ha variado. Se siguen todos los procesos correspondientes, incluyendo la relación con la comunidad.

Respecto a la actual desaladora. ¿Es posible pensar en algún tipo de seguro energético en caso de cortes eléctricos? ¿Contempla aquello?

-En el último black out de energía no tuvimos ningún problema. Tenemos contemplada una inversión para llegar a las 36 horas de reserva de agua potable en las ciudades, a través de la construcción de nuevos estanques y sistemas de distribución, que aseguran autonomía en forma eficiente.

IMAGEN EMPRESARIAL

¿Qué resultados financieros tendrá la compañía este ejercicio?

-Sería prematuro anticipar resultados, pero esperamos se mantengan en el orden de lo obtenido en los últimos años.

Uno de los problemas que tiene la sanitaria parece ser su imagen. ¿De qué forma pretenden mejorarla?

-Al igual que todas las empresas de servicios, tenemos el desafío de cumplir con las expectativas de un usuario cada vez más exigente, aún cuando estamos produciendo agua en la zona más árida del planeta y estamos frente a un proceso de alta demanda producto del crecimiento explosivo de la Región.

Hoy tener agua de manera permanente, de alta calidad, y por sobre todo saludable, parece obvio y nos hemos olvidado de lo difícil que es producirla, porque ya lo tenemos solucionado hace años. La demanda de este nuevo usuario nos ha motivado a perfeccionar nuestras instancias de relacionamiento y comunicación.