Manuel Pizarro Cabrera (76) es publicista. Lleva 40 años haciendo letreros a diferentes empresas, en su mayoría ligadas a la minería. Él trabaja en una centenaria casa ubicada en la esquina de calle Bolívar con Washington, en pleno Barrio Histórico. Sin embargo, en un plazo de 30 días, Pizarro tendrá que sacar todos sus trabajos e historias, porque la casa, que data de 1900, será demolida en noviembre próximo.
remate
"Esta no es una casa protegida como patrimonio nacional, por lo tanto, se vendió de inmediato. El inmueble tenía un proceso de remate, y logré pagar ese monto, pero luego vino la decisión de los familiares y al final se vendió. No sé quiénes son los nuevos dueños", explicó Alvarado.
Según su ficha técnica, la casona está emplazada en el centro cívico de Antofagasta y está dentro de la zona de conservación histórica de la ciudad, según la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC).
Esta norma tiene por objetivo preservar y fortalecer el espacio público del centro de las ciudades y conservar el patrimonio, reglamentando las nuevas edificaciones, para conservar el carácter original y propio del conjunto urbano del casco histórico.
Por definición del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, esta casa que será demolida para nuevos proyectos cabe dentro del concepto de inmueble de conservación histórica, que en resumen, es una construcción que, dada sus características arquitectónicas, históricas o de valor cultural, tiene esa consideración, aunque no sea monumento histórico.
sin protección
Tampoco ha sido declarado como monumento, por ello, no está afecto a protección. Esto implica que se puede demoler sin problemas para dar paso a algún proyecto privado.
El arquitecto y urbanista antofagastino, Juan Pimentel, expresó que no se puede detener el progreso.
"En Antofagasta no se respeta la historia. Hay un restaurante chino al frente de la Casa Gibbs. La casa en cuestión no está protegida y si bien es linda, no durará tantos años. Ojalá que los dueños contemplen la idea de dejar la fachada, pero el progreso tampoco es malo en una ciudad que le importa poco la identidad", dijo.