Jodorowsky y su nueva cinta: "Es un riesgo enorme"
CINE. El chileno, que fue ovacionado en Cannes con "Poesía sin fin", reflexiona sobre la que es su más reciente película.
Durante más de diez minutos aplaudió de pie el público que asistió el fin de semana recién pasado al debut en el Festival de Cannes de "Poesía sin fin", el más reciente trabajo del cineasta chileno, Alejandro Jodorowsky.
La que es la segunda parte de la autobiografía del realizador nacido en Tocopilla en 1929, tuvo su estreno durante la Quincena de Realizadores.
Y a sus 87 años, cuando se hace inevitable pensar que la vida no es eterna, el cineasta sigue emocionándose con la buena acogida del público, "aunque mi padre me enseñó que los hombres no lloran", dijo a Efe en el marco del certamen francés.
Aunque confiesa que le gustaría vivir hasta los 150 años -"antes me conformaba con 120", bromea- confiesa que ya ha comenzado a sentir que su cuerpo ha envejecido.
"Ya no me miro al espejo, sólo por la mañana para peinarme. No me siento viejo por dentro, aunque por fuera sí. No tengo una imagen de mi exterior, pero en el interior cada vez tengo más ideas, mas profundidad en lo que hago, más ganas de hacer más. Es una pasión artística que la vivo muy bien", dice.
Pero más allá de no conformarse con el envejecimiento del cuerpo, cuenta que ya se ha acomodado a la idea de que inevitablemente, morirá. "El miedo a morir lo tiene mi cuerpo y nunca podré vencerlo. Pero mi espíritu concibe mi desaparición. Me costó muchísimo aceptar que voy a desaparecer, pero ahora lo acepto", reflexiona.
Pese a todo, se muestra satisfecho de "poder hacer lo que quiero, sin productores, sin estrellas, sin dinero, sin miedo...".
La valentía es precisamente uno de los legados de su autoritario padre Jaime, figura capital en "Poesía sin fin" y en la primera parte de la autobiografía, "La danza de la realidad", con el que trata de reconciliarse en su obra.
En la película, en medio de un fuerte terremoto, su padre le anima a superar su miedo mientras tiembla todo a su alrededor. "Yo estaba en ese mismo lugar (que en la película) cuando hubo un gran temblor. Él me dijo: '¡Ríete, ríete, ja ja ja, no tengas miedo! Él era tan fuerte que me convirtió en cierta manera en un cobarde, pero me quedó eso de atreverme", cuenta Jodorowsky.
Por eso, diferencia entre tener miedo -"algo humano y natural"- y ser un cobarde, porque éste "no hace las cosas, y en la vida hay que atreverse".
"Poesía sin fin" está basada en su libro del mismo nombre de 2009, que es la segunda parte de su autobiografía que empezó con "La danza de la realidad", obra que también llevó al cine.
La cinta es protagonizada por sus hijos, Adán, que da vida a una versión joven de Jodorowsky, y Brontis, que encarna al padre del director, y recorre su amistad con artistas tan importantes como Nicanor Parra y Enrique Lihn, así como desnuda su opinión sobre Pablo Neruda.
"A mí Neruda, el viscoso héroe nacional, no me gusta (...) Quería ser Presidente, como el otro viscoso peruano que no quiero nombrar, (Mario) Vargas Llosa. Para mí Nicanor Parra era el verdadero poeta", dice.
Y justamente el estreno de su película coincidió con el de "Neruda", de Pablo Larraín, exhibida en la misma sección. Cuenta que no ha visto el filme, pero que por el trailer le parece "una película normal, con una fotografía normal, un policial, pero que se ve que tiene inteligencia. El tema es simpático, un perseguido que va dejando pistas para divertirse. Yo creo que va a ser buena".
Tampoco tiene dudas de que cuando Chile elija una película para los Oscar escogerá "la de Larraín, no una que se burla del viscoso héroe nacional".
Confiado en la obra que tiene entre manos, asegura que todavía tiene el alma radical que lo llevó cuando joven a París para salvar el surrealismo. "En todo el festival no se encontrará una película así, es un riesgo enorme. Vine a Cannes, donde está la industria, los letreros de las películas americanas hay en la calle... Estoy en un mercado con una película que es poesía pura", dice.
"Ya no me miro al espejo, solo por la mañana para peinarme. No me siento viejo por dentro, aunque por fuera sí".
"A mí Neruda, el viscoso héroe nacional, no me gusta (...) Quería ser presidente, como el otro viscoso peruano que no quiero nombrar".