Simón Bolívar resumió su gesta libertaria diciendo la frase amarguísima: "He arado en el mar", expresión decepcionada de una existencia fecunda que concluía en abandonos y desengaños.

José Martí, cuya lealtad a Bolívar se mantuvo siempre en alturas de juicio, pensó, a su vez, que el hombre que lleva una luz, desesperanzadamente, al final, se queda solo.

La coincidencia de ambas ideas entristece. ¿Aró en el mar Simón Bolívar? ¿Se quedó solo el héroe cubano?

Sí medimos la actualidad del pensamiento bolivariano de unidad continental, no podríamos aceptar, como verdad, sus palabras desalentadas.

Si nos aproximamos a Martí, lo encontraremos, latiendo en la conciencia de todos los que, como él, sienten la dignidad de los hombres y la necesidad de juntarlos en la sólida atadura de una hermandad sincera.

Bolívar sembró, tanto como José Martí, el ideal de una América Madre. En su Bicentenario, se han renovado los votos de fervor a sus consignas, prometiéndonos trabajar, sin desalientos ni demoras, porque alcancen madurez y América concluya de ser tierra en desequilibrios, para gozar, con todos los pueblos de la Tierra, el equilibrio de una paz perdurable.

¿Cómo sintió nuestra ciudad este 24 de julio de 1983, vivido, intensamente, en todas las repúblicas americanas? ¿Cómo honraron nuestras universidades al americano insigne? ¿Cuál fue la evocación del soldado de Junín, cuya espada, brillando, contenía "el vivo reflejo de su gloria"?

Al mediodía del domingo 24, visitamos el monumento a Bolívar, erigido el 11 de abril de 1959, en horas en que esplendía la conducta bolivariana activa del Dr. Gerardo Zúñiga. Fuimos con la ilusión de encontrar algo que lo enalteciera, alguien más que lo acompañara. La solitud a de Bolívar era impresionante, ¡ni siquiera una bandera para señalar su presencia!

¿Qué olvido maligno turbó la memoria de quienes cuidan de la cultura local y de las deferencias que nos debemos los pueblos, para que la vecindad no sea frase peregrina? ¿No era una fecha significativa?

N. de R. Bolívar nació el 24 de julio de 1783.

Andrés Sabella, 1985

Redacción

El actual vocalista e instrumentista del destacado grupo de rock progresivo con ritmos folclóricos latinoamericanos Los Jaivas, Carlos Cabezas González, contrajo nupcias cristianas con la sicóloga y exintegrante del Ballet Folklórico de Viña del Mar (Bafovi), Maricela Pizarro Canales en el Ayllu de Poconche en la comuna de San Pedro de Atacama, ubicado en la ruta que une la capital arqueológica con Laguna Cejar, como una forma de rescatar su amor por las raíces ancestrales enfocados en la música y el baile que los identifica a cada uno de ellos.

La pareja decidió de esta manera ratificar su compromiso de amor eterno que mantenían de un tiempo a la fecha, con una ceremonia realizada en dicho sector al interior de la capital de la provincia El Loa, donde llegaron alrededor de 70 invitados procedentes en su gran mayoría de la zona central, tanto integrantes de la familia como amigos cercanos que decidieron unirse teniendo como testigo al desierto más árido del mundo.

El vocalista de Los Jaivas, Carlos Cabezas González, relató que la idea surgió del suegro, el padre de la novia, quien les indicó que podrían realizar la ceremonia en la zona norte del país. En principio la idea era efectuarla en Parinacota o sus alrededores, pero Maricela que conocía los parajes de San Pedro de Atacama y sus alrededores, optó por dicho lugar, que además de resultar una celebración de unión de la pareja en el amor, sirvió como un paseo familiar por estos sitios que son muy similares al planeta rojo.

Ceremonia cristiana

Cabezas, calificó la ceremonia cristiana como no tradicional, ya que lo tradicional es que se realicen al interior de los templos o iglesias. Para esto se contó con la participación del pastor cristiano del Grupo Shadday de Calama, quien ofició el servicio que en una primera instancia iba a ser realizado en el Valle de la Luna, pero que producto de la problemática que originará la logística terminó aconteciendo entre los pimientos de un centro de eventos en el Ayllu de Poconche.

El banquete con vista a la Cordillera contempló productos propios de la zona norte del país, con ingredientes tradicionales de la localidad precordillerana, donde el chañar, la quinoa y la rica-rica fueron parte del menú ofrecido en la ocasión.

Si bien, hace algo más de dos años y medio que compartía el hogar con su pareja en Villa Alemana en la Quinta Región, Carlos Cabezas González y Maricela Pizarro Canales decidieron que "esta ceremonia no solo significaba rescatar el amor de ambos y hacia Dios, sino que también hacia nuestra cultura ancestral".

Para el vocalista de Los Jaivas, "cuando hay amor, cuando hay comprensión todo se puede", al tomar en cuenta que ambos son personas integradas al mundo artístico que al igual que los unió como pareja los separa por el tema laboral. "Siempre estamos comunicados por skype o por teléfono", confidencia este integrante de uno de los grupos más importante a nivel nacional y por ende internacional de la música folclórica latinoamericana.

"El sentido de casarnos en el norte está orientado a la historia del amor por nuestras raíces, él desde la música y yo desde el baile".

Maricela Pizarro, Exintegrante del Bafovi"