Redacción
Amás de 3 mil metros sobre el nivel del mar y perdido en la inmensidad del desierto de la región, aparece en forma sorprendente el cráter de Monturaqui, un profundo recuerdo dejado hace miles de años por un asteroide.
Está ubicado en las cercanías de San Pedro de Atacama, a 3 kms. al este del Cerro Tambillo. Tiene un diámetro de 450 metros (más de cuatro canchas de fútbol) y 60 metros de profundidad. Su origen se remonta a 600 mil años de antigüedad y representa la única estructura de impacto confirmada en el territorio nacional y es una de las pocas reconocidas en Sudamérica.
Este espectáculo natural fue el epicentro de una visita liderada por la doctora Millarca Valenzuela, geóloga, actual investigadora del Instituto Milenio de Astrofísica y del Centro de Astro-Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, y vicepresidenta de la Sociedad Geológica de Chile, Grupo Meteoritos y Ciencias Planetarias de la Sociedad Geológica de Chile y la comunidad de Peine.
Fue una jornada que primero contó con una charla en el poblado titulada "Asteroides y el riesgo de impacto con la Tierra: la historia contada desde el cráter Monturaqui".
'laboratorio'
Existen 190 cráteres de impacto reconocidos en la Tierra, de éstos sólo 10 han sido encontrados en América del Sur, la mayoría de ellos cubierto por vegetación, o bien muy erosionados.
"Monturaqui es un laboratorio natural para entender este tipo de fenómenos, razón por la que la charla fue dada a la comunidad más cercana al cráter, en Peine, a fin de que la gente lo conociera y valorara lo que tienen en su territorio. Yo he venido desde el 2003 al cráter a investigarlo, y lo declaramos geositio en la Sociedad Geológica de Chile, por su importancia científica", explicó la doctora Valenzuela.
Agregó que hace algunos años da charlas en la comunidad de Peine para alentar acciones de protección del cráter, "ya que hay visitantes que entran al cráter con sus vehículos, y con ello lo están erosionando, y generando un daño a la estructura, además de perder su belleza con esas huellas".
Finalizada esta charla, las aproximadamente 60 personas de Peine, comuneros en su mayoría, más algunas visitas de San Pedro de Atacama (grupo de Astronomía del liceo de SPA, auspiciados por el observatorio Alma), un representante de la empresa Rockwood Lithium y el grupo de guías de Peine, quienes también colaboraron en la organización de esta actividad, se movilizaron al lugar del cráter.
Chamanes
Fue el momento para ofrecer una pequeña ceremonia de agradecimiento a la Madre Tierra, según las costumbres atacameñas, con el fin de afianzar los esfuerzos de la comunidad para tomar el control de este lugar de forma de protegerlo de visitantes que lo están dañando al entrar al cráter en sus vehículos.
Además de poder aprender en terreno los conceptos tratados en la charla. "Un grupo de 55 personas se sumaron a la visita al cráter, distribuidos en sus camionetas particulares más una van contratada por la comunidad para transportar a los asistentes sin movilización propia", manifestó Valenzuela.
Agregó que "entre los participantes estuvieron dos chamanes del pueblo, Eduvio Cruz y Rolando Cruz, quienes realizaron una ofrenda a la Madre Tierra, a fin de solicitar permiso y agradecer por la oportunidad de unir a la comunidad en torno al cráter".
ESTUDIOS
Diferentes estudios han afirmado que aún hay fragmentos de los remanentes del asteroide que allí impactó, los cuales han sido estudiados en numerosas expediciones turísticas y científicas. Esta es una de las estructuras mejor conservadas para su edad y es un inmenso laboratorio natural para el estudio de cráteres de impacto simples, como el Metor Crater en Arizona, pero que tiene sólo 50 mil años de antigüedad.
Cuenta con una panorámica privilegiada del macizo andino hacia el este y del Salar de Atacama hacia el norte. Las quebradas aledañas al cráter presentan una gran variedad de flora altiplánica que aportan a la belleza escénica del lugar.
Otro dato: 13,4 metros tenía la roca especial que impactó en el desierto, fuerza equivalente a dos bombas atómicas de Hiroshima.
El pasado 30 de junio fue la celebración del Día del Asteroide. Esta fecha es conmemorada desde 1908 cuando se conoció el impacto más importante del siglo XX, conocido como Tunguska, ocurrido en Siberia (Rusia).
Al igual que Chelyabinsk el objeto fue eficazmente fragmentado y evaporado por la atmósfera terrestre, sin embargo la explosión en el aire generó una onda de choque que derribó e incendió la floresta en un área de 2 mil kilómetros cuadrados.
Fue descubierto en 1962
El cráter fue descubierto en 1962 por el geólogo chileno del Instituto de Investigaciones Geológicas Joaquín Sánchez Rojas, a partir del examen de una fotografía aérea. Y fue estudiado por J. Sánchez y W. Cassidy en noviembre de 1965, en un programa cooperativo entre esta institución nacional y el Lamont Geological Observatory of Columbia University. Los materiales relacionados con el impacto consisten principalmente en Impactitas distribuidas en las inmediaciones del cráter y en menor cantidad a fragmentos de hierro extremadamente oxidados (esquistos de hierro) pero que han permitido reconocer al meteorito como una Octaedrita gruesa del grupo A1.
metros de profundidad tiene el cráter de Monturaqui, debido al impacto de un asteroide. 60