Bajas ventas del comercio y supermercados, escasa afluencia a pubs y restaurantes, aumento de la morosidad, desempleo y cobros del seguro de cesantía son sólo algunos de los indicadores que reflejan el actual escenario económico que enfrenta la región producto de la baja en el precio del cobre.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), demuestran que en poco más de tres años Antofagasta pasó desde una situación de pleno empleo registrar una tasa de desocupación de 7,3% -según la última medición- una de las más altas del país y sobre la media nacional (6,9%).
A estos resultados se suma los últimos datos de la encuesta de caracterización socioeconómica 2015 (Casen), la cual expuso que la región fue la única del país que experimentó un aumento de la pobreza, pasando de 4% en la encuesta 2013, a 5,4 % en 2015 (subiendo en total 1,4 puntos).
Incertidumbre
Si bien gran parte de estos números están fuertemente influenciados por la fuerte baja en los precios de las materias primas -principalmente el cobre-, algunos economistas matizan la situación.
Para el director del departamento de economía de la Universidad Católica del Norte (UCN), Miguel Atienza, si bien existen indicadores que demuestran una lentitud en la economía, la región no experimenta una crisis propiamente tal.
"No creo que estemos viviendo en una crisis, los indicadores macroeconómicos no muestran eso. Lo que sí hay es una desaceleración y un problema con el precio de cobre, pero aún su valor sigue siendo relativamente alto. Lo que tenemos hoy en día es una crisis de expectativas", cuenta.
También, explicó que pese a que hay un empeoramiento en los indicadores económicos, "los anteriores eran excesivamente buenos porque estábamos en un periodo de boom", explica.
Por su parte, para el director del Observatorio Regional de Desarrollo Humano, Martín Arias, los periodos económicos siempre han sido fluctuantes.
"La industria minera es la viga maestra del sueldo de Chile, y éstas mismas son cíclicas, por lo que esto va a ocurrir siempre. Ahora creo que la pregunta es qué va a pasar cuando ya no podamos depender del cobre. Ahí va haber una crisis, ¿qué más tenemos? En ese sentido creo que falta concretar una estructura de productividad más diversificada para la región y que nos permita sostenernos de mejor manera en el tiempo", opina.
A continuación, nueve aspectos que grafican este periodo de cambio y baja económico.