Eugenio Sugg Gálvez
Un aniversario número 26 agrio fue el que celebró ayer Minera Escondida. La huelga que lleva adelante su Sindicato N°1 de Trabajadores -la cual cumple hoy 35 días- tomó un giro radical e impensado, luego que sus dirigentes quemaran en asamblea la invitación de la compañía para retomar la mesa de negociación.
La escena -cuyas fotografías fueron difundidas ampliamente por la organización sindical- cayeron muy mal en la administración de la minera que ayer, luego de analizar durante toda la mañana la situación, decidió llamar a una conferencia de prensa para manifestar su posición ante los hechos y explicar el cambio que desde ahora asumirá en esta negociación.
Y fue el propio presidente de la compañía minera, Marcelo Castillo, quien -por primera vez en esta negociación y desde que asumiera su puesto en julio del año pasado- salió a enfrentar los micrófonos.
Sin diálogo
Tras un extenso resumen de los hitos que vienen marcando este proceso y de destacar "los permanentes esfuerzos" por instaurar el diálogo, Castillo comenzó a delinear el giro que pretenden dar al actual estado de cosas.
"Recibimos una respuesta dura a nuestra invitación, que raya en el límite de la tolerancia en este proceso de respeto mutuo que hemos tratado de mantener durante este proceso. Incendiaron nuestra invitación al diálogo delante de todos nuestros trabajadores como una señal clara de no querer avanzar en este proceso de negociación", partió acusando Castillo.
Según el máximo ejecutivo de la minera, este episodio marcará un quiebre en la actitud de la compañía. "Ante la negativa a avanzar en las conversaciones, nosotros vamos a avanzar en la búsqueda de volver a operar".
Inversión
Tal como ya lo había esbozado hace unos días a este Diario el vicepresidente de Asuntos Corporativos de la minera, Patricio Vilaplana, la prioridad será retomar los proyectos estratégicos en construcción: Escondida Water Supply (segunda desaladora) y la expansión de la planta concentradora Los Colorados, que entre ambos suman una inversión cercana a los US$3.700 millones.
Ambas iniciativas están detenidas debido al bloqueo que mantienen los huelguistas tanto en faena como en el ingreso a Puerto Coloso.
Es más, fuentes de la empresa confirmaron que este lunes a las 8 horas nuevamente se presentaron los buses de trabajadores contratistas en Coloso para intentar retomar sus labores, acción que fue impedida por los trabajadores en huelga que permanecen en el lugar.
Normativa
De la misma forma, Castillo adelantó que en una segunda etapa intentarán realizar mantenciones en distintas áreas de trabajo.
"Una vez que logremos eso, buscaremos restablecer las operaciones, ojalá con nuestros trabajadores y si no, utilizaremos las alternativas que nos faculta la ley para hacer lo que mejor hacemos, que es producir cobre con seguridad", sostuvo.
Sin embargo, las intenciones de la empresa en torno a retomar paulatinamente su producción seguramente encontrarán la resistencia de los trabajadores en huelga.
En ese escenario, la utilización de la fuerza pública parece inminente.
"La petición de apoyo a Carabineros por nuestra parte siempre ha estado, seguimos esperando una respuesta. No obstante, creemos que dialogando con nuestros trabajadores y buscando un acercamiento es factible la posibilidad de entrar a nuestros puntos de trabajo".
Respecto de los plazos para comenzar a ejecutar este proceso, adelantó que hoy a primera hora intentarían entrar a Puerto Coloso para retomar la construcción de la planta desaladora. "Si no es posible, volveremos a intentarlo al día siguiente. Si tenemos el apoyo de Carabineros, bienvenido sea", dijo.
Los cálculos indican que en estos 35 días de huelga, Minera Escondida dejó de producir unas 103 mil toneladas de cobre, situación que -a esta altura del año fiscal- le haría imposible cumplir la meta de producción fijada para el periodo, que alcanzaba 1 millón 70 mil toneladas.
Lock out
Pero la situación en Minera Escondida podría seguir empeorando. De no prosperar la estrategia de la empresa en torno a reactivar sus proyectos y la producción, Castillo reconoció que podrían utilizar el lock out o "cierre patronal".
"Este proceso ha ido escalando y seguirá así. Vamos a intentar recuperar nuestros proyectos, después intentaremos desarrollar nuestras mantenciones y luego trataremos de operar. Si no tenemos acceso a nuestros puntos de operación, si continúan los bloqueos de manera violenta y no podemos generar un ambiente seguro de trabajo y no podemos ejercer el reemplazo, entonces el lock out sí es una alternativa viable de escalamiento, si es que no podemos desarrollar nuestro negocio", advirtió.
El lock out o "cierre patronal" es una alternativa que entrega la legislación nacional al empleador para cerrar total o parcialmente su empresa por el tiempo que estime conveniente.
La imagen que incendió la negociación
Respecto del episodio que produjo este quiebre en la negociación, el vocero del sindicato, Carlos Allendes, comentó que "a los trabajadores les molestó mucho la respuesta, en donde claramente no da opción a lo que nosotros solicitamos de los tres puntos basales. En esta carta vuelve a mentir Minera Escondida y los trabajadores lo entendieron de esa forma, por lo que el enojo fue generalizado y una demostración espontánea de ese enojo fue quemar esa carta", dijo. Allendes, insistió en que es la minera la que debe destrabar la negociación. "Estas cláusulas que puso Escondida no estaban en ninguna parte, por lo tanto cuando aparecieron en la negociación los trabajadores las rechazaron". El dirigente recordó que los puntos en conflicto son: que se respete el piso de la negociación del convenio anterior; el tiempo de trabajo; y los beneficios para los nuevos trabajadores.
millones es la inversión estimada para los proyectos que los huelguistas mantienen detenidos. US$3.700