Redacción
Tenía sólo 25 años y quería reunir algún dinero para salir a flote. Posiblemente fue tentado por traficantes que le ofrecieron dinero y partió a Chile llevando un mortal cargamento. No alcanzó a llegar a destino ni cumplir su sueño, ya que murió envenenado porque uno de los ovoides de clorhidrato de cocaína que había tragado, se rompió.
Ese fue el triste final del joven boliviano que solicitó atención en el Hospital Regional agobiado por intensos dolores. En su desconocimiento de las terribles consecuencias, no concurrió antes hasta un centro asistencial. El 19 de octubre el joven falleció en el recinto.
Su cuerpo fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal, y sólo allí en el momento de la autopsia se percataron de la presencia de varios ovoides, algunos de los cuales estaban rotos dentro de su organismo.
Bajo esas circunstancias fue solicitada la concurrencia de oficiales de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI Antofagasta.
Al respecto, el jefe de esa unidad, comisario Freddy Castro, dijo que efectivamente el ciudadano boliviano pagó con su vida el haber aceptado transportar droga en calidad de "burrero" o como "mula" humana, como son conocidos quienes se involucran en este negocio.
La víctima tenía varios ovoides los que estaban desarmados por la actividad de los jugos gástricos. En total pudieron extraerle 296 gramos de droga de alta pureza que ya estaba en estado líquido.
Su muerte fue extremadamente dolorosa.
"El riesgo es muy alto porque al momento de elaborar los ovoides no se toman las medidas adecuadas, o utilizan elementos de forma más bien artesanal, por ejemplo, guantes quirúrgicos para forrar el clorhidrato que no lo compactan de la mejor forma. Cuando los burreros transportan droga pueden esperar 48 hasta 72 horas como máximo, pero siempre está el riesgo de que alguno se reviente", explicó el jefe policial.
Modus operandi
Mencionó que en algunas investigaciones realizadas por la Briantco (Brigada Antinarcóticos) han hecho vigilancia a sujetos que ingresan desde Bolivia o Perú y los han seguido hasta Santiago. El modus operandi es evacuar apenas llegan al terminal de buses.
"Pero aunque suene impactante cuando la droga va destinada a otro país, uno de los sujetos evacúa y otro individuo es quien debe tragar nuevamente esos ovoides para llevarlo por ejemplo a España", comentó. Ese segundo "burrero" está expuesto a doble riesgo porque los ovoides están con las capas más expuestas y contaminadas.
Los financistas y traficantes captan por lo general a personas vulnerables que tienen apremios económicos, y los engañan ofreciéndoles por lo general, unos 100 dólares, es decir, un poco más de $60 mil.
El cuerpo del ciudadano boliviano permanece en el Servicio Médico Legal de Antofagasta, y nadie hasta ahora ha reclamado por él.
Freddy, Castro,, comisario, jefe Briantco"
"El riesgo es muy alto porque al momento de elaborar los ovoides no se toman las medidas adecuadas, todo es artesanal"."
gramos de clorhidrato de cocaína fueron extraídos desde el cuerpo del joven fallecido. 296