Elección de carreras de ed. superior
En la zona son cerca de cuatro mil los cupos existentes entre universidades, institutos y centros de formación técnica. Es clave indagar la situación de cada plantel. Es indispensable que las familias participen de estas decisiones, con buenos consejos. Nadie mejor que los padres conoce a sus hijos y sus juicios son muy relevantes en estos momentos de tanta importancia.
En pleno proceso de matrículas para establecimientos de educación superior, se encuentran miles de jóvenes de la ciudad y el país. Se trata de una decisión de enorme trascendencia, considerando que la carrera elegida, la profesión que el joven decida seguir, le acompañará a lo largo de su vida.
La elección de la misma tiene que ver con cuestiones complejas. No sólo están los factores de gusto y afinidad personal, también están las capacidades respectivas y los cupos dispuestos por los planteles. A esto se suman las ofertas disponibles en la ciudad, la que afortunadamente se ha hecho más compleja con el paso de los años, tanto en calidad, como calidad.
Y también debe hacerse presente que el costo de la carrera es también un antecedente relevante.
En la capital regional, por ejemplo, los valores anuales varían desde el millón y medio de pesos, hasta poco más de cinco millones. Se trata de costos que no todas las familias pueden pagar, de modo que se requiere la ayuda estatal, a fin de que cualquier joven con ganas y los resultados que lo avalen, pueda elegir la alternativa que desee.
Como es conocido, Medicina, Geología y algunas ingenierías están entre las carreras más caras de los planteles universitarios de la Región de Antofagasta. Para este año existe en la zona una oferta cercana a las 4 mil vacantes entre universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales.
Con todo, es relevante que los jóvenes no sólo consideren aspectos como el costo de las carreras; mucho más atentos deben estar al prestigio de las instituciones, la acreditación y el reconocimiento explícito por parte de las autoridades pertinentes. Tales informaciones están absolutamente disponibles.
Al tiempo, es indispensable que las familias participen de estas decisiones, con buenos consejos. Nadie mejor que los padres conoce a sus hijos y sus juicios son muy relevantes en estos momentos de tanta relevancia. De esta forma, con buenas conversaciones se evitan errores como las deserciones o la infelicidad que conlleva una mala decisión. Conseguir el máximo de datos al respecto es la mejor manera de atenuar la posibilidad de fallo.