Johanna González G.

El 27 de noviembre de 2014 fue el último día que se vio al guía turístico de 35 años (desaparecido en San Pedro de Atacama), Kurt Martinson. Caso que pese a las intensas indagaciones y reconstrucciones de escena, aún no se conoce qué fue lo que le ocurrió.

El caso del chileno, nacido en Chuquicamata, es uno de los más emblemáticos del último periodo debido al tiempo (tres años) que ha pasado desde su extravío, y la enorme cantidad de pistas falsas, entregadas por terceras personas, con las que han tenido que lidiar las fuerzas policiales y militares (y otras), sin resultados fructíferos.

Uno de los fiscales que lleva la causa, reabierta durante el año pasado, Eduardo Peña, comentó que no existen pistas reales para establecer lo que pasó con el joven, a pesar de que se han destinados recursos que son difíciles de cuantificar.

"El caso del señor Martinson lo llevamos con el mayor interés y responsabilidad desde el principio y fue de hecho una de las investigaciones que ha generado más diligencias y eso que hasta ahora no se ha tenido ningún resultado positivo en cuanto a encontrarlo", sostuvo el fiscal.

Críticas

Hubo muchas críticas en cuanto al actuar que han tenido en este caso, ¿qué opina?

-Desde el principio esta causa generó muchas opiniones, porque se hizo muy conocida, había gente que criticaba que se hacía muy poco, lo que no es efectivo y había otras que reclamaban por qué se hacía mucho, pensaban que se estaba siguiendo el caso porque la familia era importante o tenía influencias. por qué no se hacía lo mismo por los demás, decían.

En realidad ni una crítica fue efectiva. Se hicieron muchas diligencias con varias unidades especializadas, yo diría que todas las instituciones que se involucraron en la búsqueda del señor Martinson, como fue la Fiscalía, Carabineros, PDI, incluso participó el Ejército, lo tomaron con mucha responsabilidad.

Pero también es injusto decir que se hicieron cosas por él, que por otras personas no, porque lo que determinó que se generara tanta inversión de recursos no era la persona, sino que las circunstancias en que se perdió, en el desierto supuestamente y que la última noticia era esa.

Considerando todo lo realizado ¿Por qué ha sido tan difícil saber qué le pasó?

-Lo que pasa es que no hay pistas, la gente en un minuto determinado hablo mucho y dieron pistas falsas y aquí se tuvieron que descartar varias posibilidades que no eran reales y eso generó una gran pérdida de recursos.

¿Cómo cuáles pistas

-Había una serie de situaciones que le podían haber pasado, como que podía haber sido un homicidio, que podría haber tenido relación con tráfico de drogas. Ninguna de esas cosas dio algún fruto o se pudo determinar algo.

El problema es que a través de las redes sociales la gente señaló una serie de cosas y lo hicieron además mandándole cosas a la familia, supuestas pistas y culpables, muchas rencillas del sector donde se perdió, relacionándolo a él con que supuestamente otras personas le habría hecho algo.

Las redes sociales jugaron un papel muy negativo y no aportaron nada muy positivo, no salió nada de todo lo que se dijo que le podría haber pasado.

La mayoría de las cosas que se dijeron en las redes quedaron como comentarios, porque nadie pudo fundamentar porqué lo decían.

¿Es posible que esté vivo?

-Es una de las hipótesis que había y se generaron alertas internacionales al respecto, pero estas se hicieron mucho antes que efectivamente se señalara por parte de algunas personas que podría estar en otro lado.

Se pidió la colaboración de países limítrofes, pero hasta este momento no hay respuestas de ellos, en todo caso no sé si la tendremos, porque depende de la voluntad de ellos, de los tratados internacionales.

Trabajo

¿En Chile existe algún protocolo de búsqueda para estos casos?

-No existen protocolos de búsquedas, lo que existen son unidades especializadas que realizan búsquedas de acuerdo a su preparación científica y a los métodos que ellos conocen.

En todo caso, hay que señalar que en este caso en particular, el fiscal jefe, Cristián Aliaga, dio la orden de búsqueda de Martinson cuando habían transcurrido cuatro horas desde que se hizo la denuncia y emitiendo la orden para que se procediera de manera urgente.

Se hicieron dos, una a la PDI y la otra a la OS-7 de Carabineros y fue a organismos investigativos que quizá no son especialistas en la búsqueda de personas, por que son las unidades de acá, pero lo hace para que se generen de inmediato las diligencias. Todo empezó rápido.

Con el paso de los días se sumaron las unidades especializadas de búsqueda de personas, tanto de la PDI como de Carabineros y ellos tenían sus propios métodos de investigación como de rastreo.

Se hizo una investigación muy acuciosa y larga, además, desde el punto de vista policial y de una serie de rastreos de las partes donde se presumía podía existir algo de interés.

¿Cómo asumieron en su momento la presencia de los Topos?

-Llegaron al final y más por una intervención de la familia que de la Fiscalía, porque ellos son particulares y nosotros no teníamos posibilidad de darles órdenes vinculantes.

Hicieron una búsqueda en terreno por la especialidad que ellos tienen, que no es hallar personas ni rescatar, sino que consiste en encontrar, de acuerdo a lo que ellos me explicaron, restos biológicos de lo que queda cuando una persona muere.

En este sentido ¿cómo es posible que una persona desaparezca sin dejar rastros o resulte tan complicado encontrarlo?

-Efectivamente pude ser muy complicado, depende de muchas cosas y hay personas que no se han encontrado nunca, porque cuando son adultos tienen plata, medios de movilización, nadie los puede retener. Influye la edad y las circunstancias de su desaparición.

"La Fiscalía cerró una investigación en términos que agotó diligencias, pero la persona nunca deja de ser buscada, como todas las que tienen un encargo permanente en las unidades policiales"."