Día de Mujeres
¿Celebrar del Día de la Mujer, o evocar, recordar y reflexionar? Hace años, casi un siglo, Elena Caffarena insistía en que el punto más importante en las tareas del MEMCH era el referido a la emancipación económica de la mujer, entendiéndose como tal el derecho a tener asegurado, como mínimo, el pan, el lecho y el abrigo. Ella instaba a las mujeres a cumplir como primer deber la lucha por sus intereses inmediatos; los propios y los de sus compañeras de trabajo.
Hoy, más de ochenta años después de esas luchas, continúa habiendo en nuestro país tantas mujeres que no logran hacer valer sus derechos, creyendo algunas que mientras más hijos tienen más aseguran la contribución económica del hombre, casadas antes de completar su educación, o consintiendo en el mandato masculino decimonónico de quedarse en la casa "porque así debe ser", mientras él no se hace cargo de la crianza de los niños ni de lo doméstico y deja todo en manos de esa esposa cargada de tareas.
Somos nosotras quienes criamos a mujeres, les mostramos a diario una imagen de lo que es ser mujer, les hablamos desde nuestros sentires y creencias y somos mujeres quienes criamos a los varones instándoles a ser justos y cooperadores ¿dónde es que se producen las incongruencias? Quizá nuestras hijas nos dicen que el mundo cambió y que no están interesadas en casarse, tampoco en tener hijos, ¿Cómo reaccionamos? Me entristece pensar que tanto esfuerzo y sacrificio, tanta palabra, tanta letra de tantas mujeres del pasado se desprecien y desvaloren hoy, y siga la mujer aceptando depender de un varón y negándose a la independencia mental, social, y de acción. Es verdad que Teresa Flores tuvo a Recabarren, Eloísa Zurita a Adolfo Vergara, Elena, a Jorge Jiles. ¡No puede ser que hombres como esos sean tan escasos hoy! El compañerismo, el mutuo apoyo, el respeto, el compartir las tareas, pueden existir en toda pareja que se ame, y en todo tipo de pareja inclusive las de dos hombres o mujeres. Ojalá…
Cecilia Castillo