Las casonas que mantienen viva la época dorada del salitre
PATRIMONIO. Hace más de cien años la zona vivió un efímero auge económico. Ahora, casas habitadas y abandonadas quedaron como mudos testigos de esos tiempos.
Samuel, que estudia enfermería, se hospeda en la habitación de una antigua vivienda ubicada en la esquina de Av. Argentina con Maipú, en donde se halla una fila de éstas mismas residenciales que, en el pasado, pertenecieron a los trabajadores del ferrocarril.
"En las noches, mientras estudio, escucho sonar las teclas de un piano desde el subterráneo. Es raro porque en la casa no hay pianos, pero suenan. La señora que nos arrienda dice que no nos preocupemos, que solo son los antiguos dueños de la casa (ya fallecidos) que vienen a recordar tiempos de gloria".
Lo corroborable de la historia es que esas casas pertenecieron a un cordón habitacional ocupado por operarios (mayoritariamente técnicos) de la compañía Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB), a inicios del Siglo XX.
Salitre
Los que ahora nos parece la zona centro de Antofagasta, en ese tiempo no era más que la periferia, entendiendo incluso que el primer centro de salud (hospital El Salvador) se ubicaba también en esa área.
Pero el auge del salitre y el dinamismo de la industria, comenzaron a dar forma a lo que hoy conocemos como avenida Argentina.
De ahí en adelante, no solo se levantaron las casas para los trabajadores del ferrocarril, sino también las de los mismos empresarios y principales administradores de las compañías salitreras se dieron a la aventura de edificar sus mansiones en el sector.
Ejemplo de esto es la Casa Camus (ver recuadro) y un sin fin de viviendas de características inglesas que se comenzaron a apostar en el sector. Incluso su construcción se realizó con materiales atípicos a los que se usaban en ese tiempo en la ciudad.
"La mayoría de las construcciones del casco histórico y de la zona patrimonial de Antofagasta fueron realizadas con caña de Ecuador y barro, una mezcla muy utilizada y aún se puede apreciar, como en el caso de lo que ahora es el Teatro Pedro de la Barra. Pero las de Av. Argentina se comenzaron a ensamblar en base a lastres de pino oregón que traían veleros extranjeros que llegaban a cargar y descargar salitre", cuenta Andrew Trench, arquitecto y presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Anécdotas
Así, sucesivamente fueron brotando las casonas en el barrio, el cual en ese tiempo carecía de pavimentación y suelo regulado, motivo por lo cual algunas viviendas parecen irrumpir en la avenida.
El primer administrador del FCAB, el austrobrasilero Julio Pinkas Strauss, quien también fue el fundador de la Sexta Compañía de Bomberos, construyó su mansión en Av. Argentina e invitaba a excelsos artistas a sus extravagantes fiestas.
El poeta Andrés Sabella recordó en una de sus múltiples cartas enviadas a este medio (Linterna de Papel) que Pinkas acostumbraba a llevar a jóvenes pianistas, entre ellos, un veinteañero Claudio Arrau. El día de su función, Pinkas abrió las ventanas de su palacete e invitó a todos los vecinos de la naciente avenida a escuchar al joven talento.
Asimismo, muchas de estas construcciones pertenecieron a los primeros inversionistas de la empresa salitrera, quienes se hacían asesorar por arquitectos extranjeros para el diseño de sus viviendas.
Actualidad
Ahora, muchas de éstas viviendas están adaptadas como oficinas particulares o de empresas, bodegas, algunas se hallan aún habitadas y unas pocas se ven en estado de abandono.
Peluquerías, tiendas de mascotas o pequeñas farmacias son el destino de estas viviendas que alguna vez fueron los testigos del Chile que vivía un álgido momento económico del "oro blanco".
La vecina Nancy Grenett vive al interior de una de estas casas que pertenecieron al ferrocarril. La propiedad la comparte con su marido Eugenio Pérez, quien antiguamente fue trabajador de esa empresa, pero la vivienda no siempre fue de ellos, ya que previamente tuvo otros moradores.
"Una vez llegó una señora ya de edad. Inglesa, había llegado abordo de un crucero y nos dijo si acaso podía entrar y ver el interior de la casa. ¿Por qué quiere hacer eso? le preguntamos. Nos dijo que ahí vivió de niña, y nos mostró una foto en donde salía ella de pequeña con un grupo de chicos sentados en la escalera de mi casa. Pasó y se emocionó al recordar su pasado", cuenta Grenett.
Preservación
Muchas de estas viviendas tienen más de cien años, pues la construcción se hizo entre 1905 y 1915.
El arquitecto y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Claudio Galeno, explica que estos patrimonios, si bien no figuran como monumentos protegidos, están llenos de valor histórico.
"Si duda que un pecado que todos hemos cometido, es subvalorar estas frágiles arquitecturas domésticas en madera de la época del salitre".
A ello agrega que se podría hacer un catastro, ya que son las más afectadas a la hora del desarrollo urbano o de la especulación inmobiliaria.
"Ejemplos relativamente salvados fueron la Casa Dauselsberg y Cable West Coast (Washington con Bolívar), así como las Casas de Ferrocarril (ex Huanchaca) de avenida Argentina. Hay algunas muy relevantes, pero muy abandonadas, como la Casa Sabioncello, en la esquina de Prat con Washington, el edificio más antiguo del entorno de la Plaza Colón. Pero hay palacetes y otras más modestas".
"Nuestra institucionalidad es muy débil con respecto al patrimonio. El CMN no alienta a la inversión de un monumento, es más, lo aleja por su serie de restricciones".
Andrew Trench,, presidente CChC"
1930 terminó el auge salitrero en Chile. Después de ese año las ventas del "oro blanco" fueron en picada por el descubrimiento del nitrato artificial, quebrando la industria nacional.
77 monumentos nacionales declaró el Consejo de Monumentos Nacionales (valga la redundancia) en Antofagasta, los cuales se subdividen en históricos, públicos y zona típica.
1908 se levantó la Casa Camus, ubicada en Av. Argentina con Ossa. El inmueble fue mandado a hacer por el empresario chileno salitrero Luis Camus.