Escondida: la nueva negociación debe partir antes del 16 de junio
MINERÍA. Expertos coinciden en que los buenos resultados de la compañía y normas de la Reforma Laboral otorgan una posición ventajosa al sindicato.
Entre el 1 y el 16 de junio próximo el Sindicato N°1 de Minera Escondida deberá presentar su nuevo pliego de peticiones a la empresa. Con ese hito se dará oficialmente como iniciado el proceso de negociación colectiva reglada bajo el marco de la Reforma Laboral y en el cual expertos anticipan una ventajosa posición de la organización sindical.
De acuerdo a las nuevas disposiciones que reglan el proceso de negociación colectiva, los sindicatos tienen entre 45 y 60 días antes que expire su contrato para entregar la propuesta. Como el contrato del Sindicato N°1 vence el 31 de julio, éste debe entregar el petitorio durante la primera quincena del próximo mes.
Se trata de una instancia que concita gran expectación no sólo en Antofagasta, sino también a nivel nacional y global.
Escondida produce el 5% del cobre mundial, y sus negociaciones tienen marcados antecedentes de conflictividad, cuyo último episodio -en febrero y marzo de 2017- incluso arrastró el Imacec de febrero de ese año a una caída de 1,3% y el Inacer de Antofagasta a una histórica baja de 13% en el primer trimestre del mismo año.
Ese proceso culminó tras complejos 44 días de huelga -la más larga en la historia de la minería nacional-, sin acuerdo y con el sindicato acogiéndose al artículo 369 del Código del Trabajo que prolongó su contrato colectivo por 18 meses.
Acercamiento
El antecedente más próximo de acercamiento entre las partes culminó a fines de abril con el fracaso de la negociación anticipada a la cual había convocado la minera a mediados de marzo.
En aquella oportunidad, Escondida decidió finalizar el proceso debido a que "no se generaron los avances esperados" y acusó al sindicato de entrar a esta instancia con "una intención meramente exploratoria".
Respecto del fracaso de ese proceso, el vocero de la organización sindical, Carlos Allendes, comentó que "es difícil sacar algo positivo de esa instancia porque fue prácticamente lo mismo que en la negociación del año pasado".
Asimismo, desmintió la información entregada por la compañía en torno a allanarse para "mantener la cobertura y estructura de los beneficios de salud y que no se efectuaría una diferenciación entre trabajadores actuales y futuros", ambos aspectos principales que conspiraron contra un acuerdo en 2017.
En esa línea Allendes aseguró que "al menos están reconociendo algo que negaron durante los 44 días de huelga. Pero en lo concreto, Escondida sigue intentando modificar nuestro sistema de salud incluyendo un par de cláusulas que en el fondo significan entregar su administración a la empresa. Ellos lo llaman mejoramiento, pero claramente lo que buscan es seguir reduciendo costos ahora a través de nuestro sistema de salud", cerró.
La directiva sindical llamó a asambleas extraordinarias a sus socios para el 17, 18, 24 y 25 de junio (tanto en faenas como en la sede sindical de calle Galleguillos Lorca), donde buscarán el apoyo de las bases en los principales puntos que considerará el próximo petitorio a la minera.
Desde Escondida, en tanto, se limitaron a señalar que "la compañía concurrirá con la misma voluntad de diálogo que en la negociación anticipada, para buscar un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes".
Ventaja
Con todo, la inminente negociación aparece bien aspectada para la organización sindical, considerando la estabilización del mercado del cobre y los positivos resultados que viene obteniendo la empresa.
Sólo en 2017 la compañía logró utilidades por US$1.192 millones y repartió dividendos por US$2.599 millones a las tres sociedades internacionales detrás de su propiedad.
Con ese retiro, Escondida acumuló pagos a sus socios por más de US$19.000 millones sólo en los últimos 10 años.
Adriana Rivera, asesora jurídica laboral y sindical, comentó que "en el caso de Escondida las ganancias son cuantiosas, lo que pone en una posición bastante favorable al sindicato. Siempre la piedra de tope en los procesos de negociación es la falta de dinero, y superado este punto, al sindicato sólo le tocará lograr legitimar su petitorio ante la gerencia, justificarlo y defenderlo, ya que no se trata de pedir por pedir".
Por otro lado, y como otro punto a favor del sindicato, Rivera advierte que los trabajadores cumplen un rol fundamental en la obtención de esas ganancias.
"Ellos son los hacedores, los que logran las metas de producción y sobreproducción, por lo que sienten legítimo participar de esas utilidades, sienten que la empresa debe valorar este compromiso y la forma de materializar esto es mediante un buen contrato colectivo", concluyó.
Reforma
Sin embargo, hay un aspecto que marcará una notable diferencia respecto de la negociación anterior, y es que este proceso se regirá bajo las normas de la Reforma Laboral promulgada durante el gobierno anterior y cuyo espíritu fue "emparejar la cancha".
El abogado Pablo Rojas, quien fuera seremi del Trabajo durante el último gobierno de Michelle Bachelet, destacó algunos aspectos de esa legislación que favorecen al sindicato.
"En primer lugar, los trabajadores ahora tienen el derecho a la información, lo que les permite conocer el estado real del negocio. Esto evita la famosa práctica del tejo pasado", dijo.
Asimismo, destacó la instauración de los Servicios Mínimos. "Estos tienen por objeto evitar el reemplazo de trabajadores en huelga, que evidentemente vulneraba este derecho básico del trabajador y su único elemento de presión y establece que no podrá comenzar proceso alguno si previamente no se han acordado y que solo podrán tener como objetivo la protección de la población, evitar daño a la salud, bienes corporales y medio ambiente, pero no que el empleador siga produciendo", advirtió.
Finalmente, Rojas recordó que la Reforma estableció un piso de negociación.
"Ya no se parte de cero, es decir, desconociendo ciertos beneficios que son parte del patrimonio del trabajador. La empresa debe -al responder el proyecto presentado por el sindicato-, respetar todas las cláusulas, emolumentos y demás que se paguen a los trabajadores en instrumento colectivo vigente -en caso que haya negociación anterior- o las cláusulas que rezan los contratos individuales, en caso que no hubiese".
No obstante, Rivera matizó este último punto aclarando que el piso consiste en los mismos beneficios existentes en el actual instrumento colectivo, con valores actualizados a la fecha de su término (beneficios educaciones, salud, aguinaldos o asignaciones, entre otros).
"Es poco probable que un sindicato de la zona y de la minería retroceda en estos beneficios. Si analizamos los instrumentos colectivos de los sindicatos mineros, podemos ver que no retroceden en estos beneficios, muy por el contrario, éstos se incrementan", dijo.
Y agregó que esa es una práctica "casi consuetudinaria, aceptada por empresa y trabajadores, así la las materias de discusión se acotan y centran en el bono por término de negociación, aumento sueldo base, bonos asociados a producción y algún nuevo beneficio que el sindicato desea obtener. Por lo tanto, la ventaja del piso no resulta tan atractiva para este rubro", concluyó.
Spence negocia anticipado
En tanto, la semana pasada se confirmó que el Sindicato de Trabajadores de Spence (también controlada por BHP) aceptó la invitación de la compañía para iniciar un proceso de negociación colectiva anticipada. La información fue entregada por el presidente de la organización, Ronald Salcedo. Las tratativas comenzaron el lunes. El contrato colectivo de Spence vence el 1 de diciembre, y las negociaciones regulares estaban previstas a comenzar en octubre o noviembre. Spence, la segunda mina más grande de BHP en Chile, produjo 198.600 toneladas de cobre en 2017, según la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco.
US$19.015 millones repartió en dividendos Minera Escondida a las tres sociedades internacionales detrás de su propiedad durante los últimos diez años.
44 días duró la huelga del Sindicato N°1 de Trabajadores de Minera Escondida durante la negociación de 2017. La más larga en la historia de la minería nacional.
US$443 millones pagó Minera Escondida al Estado chileno durante 2017 por concepto de Impuesto a la Renta e Impuesto Específico a la Minería.