La crisis vivida en Argentina a propósito de la suspensión de la final de Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, ha dado para una serie de análisis de corte sicológico, sociológico y político, en el país vecino. El asunto escapó de lo meramente deportivo.
El clásico cotejo es un ejemplo más de las divisiones que existen allende Los Andes. Están los hinchas de los dos clubes más populares, pero también el muro enorme entre los seguidores del presidente Mauricio Macri y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por nombrar dos casos.
Deben ser muy pocas las naciones que muestran tal nivel de beligerancia y en ese contexto la conclusión puede ser que el vergonzoso lapso de este match es otro ejemplo de algo más grande y severo.
La pasión se confunde con la agresión, la democracia y el disenso, con la odiosidad; el chiste, con la falta de respeto, la viveza criolla, con la corrupción, cuestiones que dan cuenta de los efectos de ir cruzando poco a poco las líneas de la tolerancia, lo políticamente correcto y lo ético.
Argentina no es solo un mal ejemplo. En Chile nos hemos acostumbrado a observarlos de esa forma, pero pocos países tienen tanta riqueza material y humana como nuestros vecinos y por esto duele y sorprende el observar tal destrucción de su sociedad, a propósito de malas decisiones y la nula capacidad para llegar a acuerdos elementales. En Argentina, todo puede ser motivo de una disputa feroz. Ahora solo resta esperar que de esta crisis aparezca un punto de inflexión porque ese éxito le hace bien a Chile y a toda la región latinoamericana.
Pero en nuestro país también ocurren estos hechos, no solo en los estadios, también en la profunda separación que a veces mostramos.
Debemos ser conscientes que en la unidad crecemos y en la división, retrocedemos lugares. La historia está llena de estos ejemplos que deben hacernos reflexionar para enmendar caminos.
La vida no es una guerra ni una guerrilla, no es buscar enemigos, no es apuntar con el dedo, es asimilar las diferencias, respetarlas, pero principalmente buscar puntos en común, colaborar a gran escala y observar oportunidades para desarrollar proyectos.