Devotos participan en procesión por el día de la Inmaculada Concepción
RELIGIÓN. Bailes religiosos llenaron las calles de la ciudad con colores y danza.
Aun cuando el sol golpeó implacablemente durante toda a la tarde, cerca de mil antofagastinos se reunieron ayer para conmemorar el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. La celebración del mundo católico -focalizada en la basílica Corazón de María- consideró diversos bailes religiosos y una procesión por las calles céntricas de la ciudad.
En Antofagasta, la tradición comienza en la mañana del 8 de diciembre, en la basílica ubicada en la calle 21 de mayo. En el lugar, distintas cofradías veneran a la Virgen María, mientras asistentes a la jornada observan desde los extremos de la capilla.
A las 17 horas, los bailes comenzaron a avanzar hasta la Catedral, a través de la calle 21 de mayo. Algunos de los que participaron este año fueron los Tinkus, Danza Gitana, la Osada, Indios Apaches e Hijos de Lourdes.
Arturo Armijo forma parte de los Tinkus de Antofagasta. Al estar ensayando durante todo el año, asegura que los pasos están aprendidos de memoria. Con el característico traje de su baile, que lleva detalles de la bandera Wiphala, enfatiza la fe es lo que mueve a acudir a estas instancias, independiente de cómo esté el tiempo.
"Es por la fe que tenemos hacia nuestra madre, la Virgen María, y su hijo, Cristo. Tenemos que soportar el calor y el frío, porque nos llama a danzar", comenta.
Armijo recalca: "Aunque haga calor, frío, haya neblina o llueva, nos mueve la fe que tenemos y la demostramos así, danzando".
Devoción
Esta fe y devoción se repite en otras agrupaciones. Un típico ejemplo es la Osada. Usando un abrigador traje en una tarde primaveral, Ernesto Ávalos se prepara para ingresar a la basílica.
"En estos momentos, el sentimiento es una cosa inexplicable. Bailar para la Virgen, a los pies de ella, se siente una emoción muy grande", dijo.
La procesión fue encabezada por el Arzobispo de Antofagasta, monseñor Ignacio Ducasse, seguido de feligreses que cargaban la imagen de la Virgen María hasta su destino.
El evento llegó a su final al anochecer. Al llegar a la Catedral, los profesantes y cofradías participaron de una liturgia, celebrado por Ducasse. Todo esto en el marco del cierre del mes de María, que se desarrolla cada noviembre.
En Chile, la peregrinación más famosa sucede en Lo Vásquez. Todos los años , los feligreses acuden a este templo, muchas veces arrastrándose hasta el lugar.