Cerca de Calama se ubican tres relaves mineros. Uno de ellos activos. Los otros dos, aparecen como "Abandonados" en los datos oficiales del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
Con las intensas precipitaciones que siguen potencialmente activas en la Provincia de El Loa, estos desechos tóxicos representan un potencial peligro que debe ser fiscalizado y monitoreado, explican expertos.
Desplazamientos
Según explicó el director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (Crea) de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, el caso de la Región de Antofagasta tiene una connotación distinta a una zona agrícola o turística, cuando se habla de lluvias.
"Hay demasiados elementos de la minería que están expuestos, al aire libre, y eso es un gran riesgo", dijo.
Guerra añadió que "ya es una catástrofe que se corten los caminos y que se aneguen las casas. Pero cuando estamos en una región minera, se le agregan pasivos ambientales, tranques. Cuando caen el agua, desplazan estos desechos mineros. Eso nos pone en riesgo a todos".
"Si llueve, los tranques se rebalsan, y el material tóxico se moviliza", enfatizó Guerra.
El académico recordó un episodio que ocurrió en Chañaral hace algunos años.
"Hubo lluvias y se rompió uno de los tranques del Salvador. Se abrió y bajó el aluvión con residuos de la minera. La contaminación fue brutal", comentó.
Cuerpos de agua
Guerra recalcó que un caso similar también se vivió a inicios de los 2000, en el río Loa.
"Se desplazaron sustancias químicas que estaban en algunos lugares donde el río tomó agua. Una de las sustancias que era altamente tóxica eliminó la biodiversidad del río Loa. Se transformó en un río muerto, costó años para que se recuperara", detalló el especialista.
El ingeniero Civil Químico y exseremi de Medioambiente, Felipe Lerzundi, agregó que el agua de la lluvia puede afectar al relave de dos formas principales; por filtraciones o escorrentías.
"La lluvia puede generar infiltraciones que potencialmente podrían llegar a cuerpos de agua, como ríos, lagunas, o bofedales", dijo.
En el caso de la escorrentía, agregó el académico, se puede generar un arrastre de pasivos ambientales y desplazar materiales que se depositan en cuerpos de agua.
Dijo además que no solo los relaves son de precaución, debido a que se podrían ver afectados antiguos descartes mineros, como el caso de operaciones de oro, por las precipitaciones.
Lerzundi manifestó que el principal grupo que se vería afectado por un desplazamiento de metales pesados sería el ecosistema. Explicó que un caso en potencial riesgo es la Ranita del Loa (Telmatobius Dankoii, en su nombre científico), que se encuentra en la zona de las cascadas, aguas abajo del tranque de Talabre.
Monitoreo
El seremi de Minería, Humberto Burgos, enfatizó que se encuentran monitoreando el relave de Talabre (en la comuna de Calama). Aseguró que las condiciones de este lugar son normales, gracias a que el diseño del estanque lo permite.
"Este es el único relave en operación más representativo del sector", aseguró.
Agregó que cada relave a nivel nacional se revisa periódicamente.
"Lo más importante es prevenir. Los riesgos que hemos observado que tienen estas lluvias estivales que afectan a la zona de Alto El Loa, son muy relevantes. Es de una magnitud que hace muchos años no se veía algo así", dijo Burgos.
El seremi aseguró que, pese a las fuertes precipitaciones, se puede constatar que los sistemas y monitoreos han funcionado.
Felipe, Lerzundi, Ing. Civil, Químico"
"La lluvia puede generar infiltraciones que potencialmente podrían llegar a cuerpos de agua, como ríos, lagunas, o bofedales".
Carlos, Guerra, académico UA"
"Hay demasiados elementos de la minería que están expuestos, al aire libre, y eso es un gran riesgo"."