Expertos analizan inmigración y advierten señales de "xenofobia"
peligro. Estudio universitario detectó que los antofagastinos culpan a los extranjeros de los problemas de calidad de vida y los asocian con la delincuencia.
El 21 de diciembre de 1907 el cónsul de Bolivia en Chile corrió hacia la Escuela Santa María, en Iquique, para sacar a sus connacionales que se encontraban apoyando la causa de los trabajadores chilenos en una huelga por mejoras salariales en la industria salitrera.
Ese día la autoridad les dijo que si no salían inmediatamente de la escuela, serían asesinados junto a los chilenos por los militares, pero la respuesta fue categórica por parte de los bolivianos: "Nosotros vinimos con chilenos y morimos con chilenos".
Lo que sucedió después es conocido como la matanza de Santa María de Iquique.
Lo ocurrido esa jornada, denota una relación de igualdad y tolerancia que en nuestros tiempos constantemente se pone en duda. Basta ver las paredes rayadas con mensajes nacionalistas en las calles de Antofagasta para entenderlo.
El doctor en Historia, especialista en la cultura andina y profesor de la Universidad Arturo Prat, Sergio González Miranda, expresó en el documental "La Pachamama en el Salitre" que hasta el Centenario de la República, chilenos, bolivianos, peruanos y argentinos eran uno solo y convivían en los cantones salitreros.
Sin embargo, agrega el experto, "después del Centenario, al chileno le enseñan a ver al otro como ajeno", lo que genera todo un cambio en la forma de relacionarse.
El director en Antofagasta de la organización de asistencia a inmigrantes, Ciudadano Global, Pablo Kramm, piensa que la intolerancia con el extranjero está aumentando.
"No hay duda. Eso tiene que ver con una supuesta identidad chilena amenazada, aunque a ratos creo que carecemos de identidad. Por lo mismo, todo lo que resulte distinto a lo que conocemos lo vemos como algo malo", sostuvo.
DELITOS
Durante el año que permaneció al mando de la gobernación provincial, Constantino Zafirópulos, debió trabajar de cerca con los inmigrantes.
En ese periodo recibió constantes reclamos de la ciudadanía por la supuesta vinculación de los extranjeros y la delincuencia.
"La gente nos pedía que no siguiéramos trayendo gente, que los echáramos del país porque se apropian de los empleos, pero a mi modo de ver, la mayoría de los extranjeros son tranquilos y hacen un bien a la región", argumentó.
La asociación entre inmigrantes y delincuencia no resiste mayor análisis. Sólo el 2% de los más de 17 mil extranjeros que se encuentran en la capital regional es protagonista de delitos, según cifras de la Fiscalía y Carabineros.
El cónsul de Colombia, Julio Viveros, es aún más enfático, al mencionar que de cada 200 colombianos, "sólo cinco escogen el mal camino".
"Yo creo que sí hay xenofobia", explica el exgobernador Zafirópulos, aunque aclara que se trata de una minoría y que el grueso de los antofagastinos acepta la llegada inmigrantes.
"Ellos son buenos trabajadores y eso la gente lo ve. Además ocupan puestos de trabajo que a los antofagastinos no les interesan", apuntó.
Estudios
Pablo Kramm mencionó que la Universidad Católica del Norte (UCN), realizó un estudio para conocer la percepción de los jóvenes sobre la xenofobia.
En él se observa que el nivel de prejuicios hacia los bolivianos y peruanos se mantiene. Lo que aumenta fuertemente es la intolerancia hacia los extranjeros con ascendencia afro.
"Se discrimina a todo tipo de persona diferente, aunque se hace mucho más evidente el rechazo a las personas de piel más oscura. Eso va en aumento", manifestó el especialista.
PROBLEMA
La Universidad Santo Tomás también realizó un estudio que ayuda a dimensionar el problema que podría estar surgiendo en el norte. La casa de estudios preguntó a 1.600 personas de Antofagasta, Arica, Iquique y Copiapó sobre los factores que afectaban la calidad de vida en estas ciudades.
La respuesta de los antofagastinos resultó preocupante, pues mencionaron a la inmigración como la segunda causa de los males que existen.
El sicólogo clínico Emilio Ricci coincidió en que se observa un cambio en la forma que los antofagastinos ven a los extranjeros.
"La canción "Si vas para Chile" claramente entrega una visión acogedora, pero pareciera que esa sociedad de antaño se fue y las personas perdieron esa tolerancia, enfocándose ahora en la diversidad más que en la semejanza. Ahí nace la idea de que lo diverso es peligroso", explicó.
DEMANDA
Para Constantino Zafirópulos, la xenofobia la sufren principalmente las personas de color y no tanto las de piel blanca. A los primeros, agrega, incluso se les tilda de delincuentes.
"Tienden a echarles la culpa de todo. No sé de dónde viene esa xenofobia realmente, es un tema de oferta y demanda, mientras más crezca la ciudad, más extranjeros tendremos, si la ciudad se estanca, se van, eso es así. El estigma está, pero lo cierto es que no es gente ladrona, ni drogadicta", asegura.
COMERCIO
El cónsul colombiano, Julio Viveros, explicó que si bien la cifra de extranjeros en la ciudad es alta, existe un fenómeno que amplifica la percepción. Según el diplomático, como los inmigrantes trabajan principalmente en el área de los servicios y el comercio, su presencia es mucho más "visible", lo que hace que la gente piense que están en todos lados.
"Ellos atienden mucho público. Entonces la percepción de que hay demasiados colombianos es inmensa. Pero esta percepción no corresponde a una realidad, porque no hay tantos colombianos, son 2 por cada 100 chilenos", agrega.
Viveros piensa, sin embargo, que no hay xenofobia. En opinión del cónsul, el problema de la sociedad chilena es que no está preparada para entender que la migración es una realidad en todo el mundo.
"Chile fue expulsor de gente durante mucho tiempo, hasta que en 2009 comienza a ser receptor. Ese cambio no lo siente como tal, porque tiene una historia marcada por los problemas políticos que todos conocemos", analizó.
El diplomático añadió que en temas de delincuencia en muchas ocasiones "pagan justos por pecadores". Aún así, llamó a la justicia a castigar y deportar a los colombianos que incurran en delitos, "porque no queremos que existan personas así, eso agrava la rabia que pudieran sentir (los chilenos)", concluyó.
Estas palabras son respaldadas por Constantino Zafirópulos, quien aseguró estar de acuerdo con la llegada de extranjeros que contribuyan a la ciudad, no así con el arribo de delincuentes.
"Creo que la ley actual es permisiva y debiera deportar para siempre a los que no representan bien a su nación acá en Chile. Esas personas nunca más debieran pisar nuestro territorio", aseveró.
El sicólogo Emilio Ricci advierte que Antofagasta, por su ubicación y el desarrollo económico que evidencia, está destinada a ser multiétnica.
No obstante, advierte que siempre "habrá grupos nacionalistas de ultraderecha que buscarán descargar su rabia por la pérdida de trabajos o de algún espacio social que ahora comparten con foráneos".