Cuando los celos se vuelven enfermizos
pareja. La inseguridad, experiencias previas de infidelidad o el propio sentimiento de poder ser infiel, promueven los celos, que pueden generar todo tipo de reacciones.
"Celos de tus ojos cuando miran a otra chica, tengo celos, celos", dice la canción escrita por José Luis Perales y que popularizó Daniela Romo en los años 80. Una pieza musical que retrata lo que siente una persona insegura de su pareja y que en muchos casos se transforma en una verdadera obsesión, llegando en algunas oportunidades a matar por eso.
¿En qué minuto los celos se pueden transformar en una enfermedad, capaz de hacer perder toda racionalidad y terminar en una tragedia?
angustia
Según el sicólogo, profesional de la red de salud mental del Servicio de Salud Antofagasta, Andrés Poblete, los celos son "una respuesta adaptativa, cognitiva, emocional, cuyo objetivo es minimizar o contrarrestar la potencial angustia de la pérdida del objeto de deseo. Se vuelve patológico cuando afecta a las actividades regulares de una persona, vida familiar, social o laboral".
Tienen su origen en un rasgo de inseguridad de la persona, la cual al vivir un evento desencadenante, como por ejemplo una infidelidad, refuerza esta conducta que busca tener el control del otro.
Nelson Jara, sicólogo de la Clínica Oriente de Antofagasta, señala que desde el sicoanálisis se configuran los celos como una "identificación proyectiva", y apunta a que una persona que siente que es capaz de engañar a su pareja, o que ya fue infiel, tiende a pensar que el otro también puede tener esa conducta.
También están relacionados con creencias irracionales que puede tener un individuo en base a experiencias anteriores. Por ejemplo, una persona cree que le están siendo infiel porque no le contestan el teléfono, porque en una relación anterior así fue.
Atención
Jara explica que es importante poner atención cuando "las conversaciones van en una lógica de tener el control. A dónde vas, dónde estás, con quién. Hay muchas personas que tienden a proteger, las mujeres generalmente, apuntan a esto por un tema de protección o para organizarse, pero cuando las preguntas van un poco más allá de estos límites, y de los espacios de cada uno, se pueden llegar a confundir los límites".
Para Andrés Poblete, cuando esta respuesta ante el temor de pérdida "es reiterada, persistente y trae una serie de problemas en diferentes áreas de la vida del individuo, ya estamos hablando de que hay signos de una conducta problemática".
Géneros
Los celos no distinguen género, se viven en hombres y mujeres por igual, aunque durante los últimos años, con la mayor participación de la mujer en el mundo laboral, las cosas han ido cambiando. Como explica el investigador privado, Francisco Javier Flores, actualmente los hombres consultan más por este servicio ante la duda de una posible infidelidad. "Hace cinco años era al revés, pero hoy son más hombres los que contratan este servicio. Creo que es porque antes no se atrevían a decir que podrían estar siendo engañados", puntualiza.
Para el sicólogo Nelson Jara hay una diferencia al enfrentar una infidelidad. Los hombres no perdonan que la mujer haya sostenido una relación sexual con otro. Las mujeres, en cambio, pueden llegar a perdonar esta infidelidad, pero son más contrarias a las amistades femeninas de sus parejas, por los niveles de confianza.
Tratamiento
Es importante que al estar frente a una persona celópata se consulte a un profesional de la sicología.
"El profesional va a ir fijando objetivos que buscan desarrollar la independencia de la persona, que haga ciertas cosas. Si tiene una poca red de amigos, que la amplíe, lo que va a ayudar a su confianza, lo que permitirá enfrentar de mejor manera una situación potencial de pérdida", explica el sicólogo Andrés Poblete.
Tragedia por celos en Punta Arenas
El pasado domingo, en Punta Arenas, un hombre de 36 años arrancó con sus manos los ojos de su pareja, de 33, mató a otro hombre, disparó contra un tercero y finalmente murió tras ser capturado por carabineros. Según el sicólogo Nelson Jara, el protagonista de esta acción celópata "podría haberse sentido incómodo ante la posibilidad que su pareja estuviera mirando a otro hombre, de ahí la lógica simbólica de querer sacarle los ojos".