Basura y droga: la triste realidad de las multicanchas abandonadas
vulnerabilidad. Impactante cifra de recintos deportivos convertidos en ruinas, deja en evidencia la urgente necesidad de un plan de intervención social por parte de las autoridades.
Como si fueran parte del paisaje, sorprende ver la cantidad de multicanchas abandonadas que adornan el espacio urbano de Antofagasta. Basta con darse una vuelta por las poblaciones para impactarse con el número de recintos deportivos convertidos en basureros y focos de delincuencia, infección y ocio.
Carecen de todo mantenimiento y administración, mientras el tiempo las va convirtiendo en ruinas, y como siempre, son las poblaciones vulnerables las que más sufren con este problema, sobre todo porque en algunas podemos encontrar gran cantidad de basura acumulada, animales muertos, plagas y niños jugando al lado.
Si bien el deporte es una de las armas más efectivas en la lucha contra el riesgo social, parece que la tarea es ardua para las autoridades, y poca o nula es la intervención en terreno, que no basta con solo una visita.
Visitar estos recintos, marca de alguna manera la triste realidad de una sociedad fría, y evidencia una pobreza que pareciera estar oculta como cual cancha en medio del pasaje.
Algunos recintos
Algunos recintos
Por ejemplo, en la población El Ancla, en la avenida Padre Alberto Hurtado, se ubica un pequeño complejo deportivo que hace 16 años se encuentra en total abandono, según comentó Carlos Cárdenas, vecino del sector que vive a un costado del excentro deportivo.
El recinto posee una pequeña cancha de tenis con superficie de tierra y otra cancha de fútbol que se ha convertido en un cementerio para autos, estos terrenos corresponden al Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu).
En la misma población, pero más abajo, específicamente en el pasaje Talamar, se ubica otra cancha completamente desmantelada que sólo posee el "esqueleto" de su edificación, que son algunos restos de las paredes y los focos de luz.
Éste y generalmente todos los recintos abandonados, se convierten fácilmente en lugares que se utilizan para el consumo de estupefacientes.
En la población Bonilla, subiendo por la calle Juan Bolívar y entre los pasajes Río Maule y Cerro Pedregal, se ubica la multicancha del sector Villa Esperanza, convertida en un verdadero basural que atenta contra el bienestar de los vecinos.
Según un sondeo realizado por la ciudad, el número de multicanchas abandonadas se acerca a una cifra no menor a 80. Algunos de estos recintos pertenecen al Serviu, otros a Bienes Nacionales y a la Municipalidad. Las autoridades deben tomar cartas en el asunto.