La historia de la sede norte de la Copa América tomó ribetes políticos, luego que las autoridades no se ponen de acuerdo y el tema se fue por ese lado. En verano de 2012, o sea hace 2 años, en la administración municipal de Marcela Hernando se formó un comité para postular a Antofagasta. En noviembre del mismo año, durante el breve mandato de Jaime A-raya, una comisión viajó a Santiago y la ciudad quedó nominada entre las ocho sedes, restando cubrir el cuaderno de cargos de FIFA, que incluía 4 canchas de pasto natural para que las selecciones entrenen, al margen del Estadio Regional. El gobierno comunal de Karen Rojo no ha cumplido con ese requisito fundamental, que debiera estar definido el 31 de diciembre 2014, con la salvedad que esos campos de juego hay que hacerlos. Ello implica mínimo 3 meses por el llamado a licitación, adjudicación y aprobación contralor, y otros 8 meses para la construcción. En otras palabras el tiempo nos pilló sin nada, porque no hay plata para el efecto. El error estuvo en querer $40.000 millones para hacer un macro proyecto, en lugar de apuntar sólo a las canchas coperas. Se le pidió a la alcaldesa separar los proyectos, demorando en convercerse que era el único camino, con viaje a Santiago incluido para pedir recursos a Interior y Desarrollo, algo que tampoco prosperó. Ahora, la discusión es entre el intendente Waldo Mora y el Core, mientras despriorizan proyectos estancados desde 2008 por no ser ejecutados. Rojo bajó a $4.900 millones lo que requiere para las canchas, incluso se harían todas en el Regional. Mora dice que si el Core aprueba el proyecto, el pone la plata. Y si, así y todo, no se ratifica a Antofagasta como sede, él renuncia. El lunes a las 16 horas hay otra sesión para saber la firme...