Crítica al contenido del apoyo
El abogado Luis Hermosilla afirma que "aquí, en Punta Arenas, en Japón o en cualquier parte, quemar vivos a dos ancianos es de las conductas más reprobables". El profesional participa desde el pasado lunes en el juicio contra Celestino Cerafín Córdova Tránsito (27), único acusado y detenido por la muerte de Werner Luchsinger (75) y Vivian Mackay (69), quienes fallecieron en un atentado incendiario que destruyó su casa en el fundo Granja Lumahue, el 4 de enero de 2013. También se le enjuicia por el ataque al fundo Santa Isabel, de la familia Seco Fourcade, donde golpearon a la familia, quemaron la casa, vehículos y mascotas en diciembre de 2012.
El penalista tiene trayectoria de ejercer en temas de impacto público. No les hace el quite. Por ejemplo, representa a la familia del asesinado fundador de la UDI, Jaime Guzmán. Y en su momento, también estuvo con las víctimas del caso Degollados. Más reciente es su participación como defensor del sacerdote Legionario de Cristo John O'Reilly, imputado de abusos sexuales a menores, causa que está en plena investigación.
Ahora, inserto en un emblemático caso del conflicto en La Araucanía, repasa los últimos días de juicio oral, donde el acusado ha hecho uso de su derecho a guardar silencio, pese a arriesgar hasta presidio perpetuo calificado.
¿Qué le deja esta primera semana de juicio oral, donde el foco ha estado en el atentado a la familia Luchsinger y la participación de Celestino Córdova?
-Lo que me sigue generando impacto es la impavidez y frialdad con que el acusado enfrenta este juicio. No se ve un gesto de arrepentimiento. Desafió (con la mirada) cuando se escuchaba el audio del último llamado de doña Vivian Mackay a Carabineros, mientras su hijo Jorge Luchsinger estaba en estrado.
¿Y respecto a los antecedentes del caso revelados en el tribunal?
-Esta semana de juicio hemos visto una cadena de testimonios, pruebas y peritos que permiten reconstruir lo que pasó en ese lugar. No sólo vemos la detención, sino qué pasa con Córdova hasta que es internado en el Hospital Regional de Temuco.
En lo que declara el funcionario del Samu, que es muy impactante, se reitera el silencio de Córdova desde el primer minuto. Él incluso cierra sus ojos a propósito, para que no le revisen las pupilas. Es decir, no sólo no colabora con la policía, tampoco con el paramédico que lo está defendiendo.
¿Qué lectura hace de esta actitud?
-Si una persona común y corriente, por una circunstancia accidental, es herida en el tórax a bala, se relaciona colaborativamente con el paramédico o alguien que lo atiende. Pero este hombre lo único que dice es que era mapuche y que no iba a hablar.
También en la audiencia se mostraron fotos que tomó la policía del momento en que es detenido. Y la ropa que vestía…
-No hay ninguna duda que Celestino Córdova estuvo ahí esa noche y recibió una herida a bala. Hemos visto una secuencia que permite establecer con claridad absoluta que el incendio del matrimonio Luchsinger fue intencional: los mataron y quemaron vivos. Y lo otro es la presencia del acusado en el lugar donde ocurre el atentado. Y aparece otro antecedente adicional: no andaba solo.
¿Qué le parece que Córdova pidiera salir de la sala antes de que se mostraran esas fotos?
-Es un derecho que él tiene y no reviste relevancia. Sí me llama la atención que se le reconozcan ciertos privilegios, que en otros tribunales no se observan. Días atrás, me tocó ver en Santiago un caso en que un acusado se le mantuvo esposado durante todo el juicio, pese a que su defensa pidió lo contrario. Acá, la situación de Córdova es distinta. Por ejemplo, se le permite tener un tipo de bebida especial, cuando todos estamos con vasos plásticos y agua de la llave. Él tiene un tratamiento distinto. Yo, independientemente que hay una convención probatoria en esta materia, y en el juicio no voy a hacer cuestión de esto, no creo que él sea machi. Sería un mentiroso si dijera creer que Celestino Córdova es un machi.
¿Con qué elementos usted argumenta esta conclusión?
-Porque he hablado con mucha gente, integrantes de la etnia mapuche. Es raro, por ejemplo, ver un machi que se deje fotografiar. Es extraño el atuendo que usa, porque esas plumas son de choique (ñandú). Y en esta región no hay choiques.
Durante la preparación de juicio usted atribuyó además la condición de weichafe (guerrero) al acusado. ¿Cree aún lo mismo?
-Lo sigo sosteniendo. Y no sólo yo lo considero un weichafe: hay actos de solidaridad con él que han tenido lugar en Santiago, donde se le rinde homenaje en tanto a weichafe. Mujeres muy cercanas a él, sentimentalmente, se han expresado en actos públicos, de los que incluso hay registros en Youtube, donde lo tratan de weichafe. Yo quiero expresar que su conducta no es la de un líder espiritual, que refleje un contenido ancestral en sus actos, sino da cuenta de una expresión paramilitar.
¿Cuál es su opinión acerca de la labor de los abogados que lo defienden?
-Ha sido pobre desde el punto de vista argumental, son sólo chispazos. Se escudan únicamente en la presunción de inocencia. Y no afirman la inocencia de Celestino Córdova. Esto no es una crítica personal, sino conceptual.
¿Son delitos terroristas los que ocurren en la Región, en el contexto de los hechos de violencia por el conflicto?
-Hay que hacer el análisis en el mérito de cada caso. En este juicio no me cabe duda que son actos terroristas los ataques a la familia Seco Fourcade y Luchsinger. Si estos no son actos terroristas, o los tribunales no los consideran como tales, quiere decir que en Chile fue derogada de hecho la Ley Antiterrorista.
¿Qué piensa de las recomendaciones planteadas por un informe de un relator de la ONU, que recomienda al Estado no ocupar esta normativa en casos vinculados al tema mapuche?
-Creo que Ben Emmerson, a quien no conozco, emitió un informe sesgado y poco serio. Tiene errores importantes. Él reclama respecto a la discriminación del pueblo mapuche mediante la aplicación de la Ley Antiterrorista, cuando en la realidad, en números, se ha aplicado mucho más en otras regiones. Él parte de presupuestos fácticos equivocados.
Me parece también que, si bien la condición de mapuche puede indicar una cierta vulnerabilidad, tampoco esa misma condición puede constituir un privilegio. Alguien, por tener origen mapuche, no queda al margen de aplicar las leyes, como la Ley de Violencia Intrafamiliar. Un hombre de origen mapuche, por su origen, no va a poder golpear a su mujer y quedar impune.
"He hablado con mucha gente. Es raro, por ejemplo, ver un machi que se deje fotografiar. Es extraño el atuendo que usa, porque esas plumas son de choique (ñandú). Y en esta región no hay choiques"
Consultado por los actos de violencia que acompañaron el inicio del juicio a Córdova, Hermosilla dijo que "llama la atención" la falta de contenido en las consignas. "Uno puede hacer una diferencia muy grande, por ejemplo, con un Héctor Llaitul, independiente de discrepar de él. Detrás de él hay un discurso. Pero detrás de Celestino Córdova no hay nada, sólo violencia. No tienen ninguna consigna ni contenido. Se pide sólo libertad, no por qué", comentó.