La infanta Cristina se desligó ante un juez de los negocios de su marido
La infanta Cristina de Borbón se mostró ayer "tranquila pero evasiva" ante el juez durante su declaración de cinco horas como imputada en el caso de corrupción que protagoniza su marido, y que hace temblar a la monarquía española. La hija del rey se desvinculó de la firma Aizoon, firma de la que es copropietaria junto a Iñaki de Urdangarín con el 50%.
"El 95% de las respuestas de la infanta están siendo no sé, no me consta, yo confiaba en mi marido", aseguró Manuel Delgado, el abogado de la acusación del Frente Cívico en un receso del interrogatorio tras dos horas y media de declaración en la ciudad de Palma de Mallorca. "Yo confiaba mucho en mi marido", señaló Cristina en parte de su declaración de 400 preguntas.
La llegada al juzgado de la infanta de 48 años, séptima en la línea de sucesión al trono español, se produjo apenas 15 minutos antes de su declaración, cuando llegó al tribunal en un auto de vidrios polarizados. Se bajó y recorrió a pie los pocos metros que le quedaban hasta la entrada del juzgado de Palma, saludando y sonriendo a las decenas de fotógrafos y periodistas de todo el mundo que esperaban su llegada. Un amplio despliegue policial bloqueó las calles colindantes y unos 200 agentes vigilaban la zona.
En una cita histórica -es la primera vez que un miembro de la familia real tiene que responder ante la justicia en un proceso penal- la hija del rey Juan Carlos se desvinculó de Aizoon, la empresa de la que es copropietaria al 50% con su esposo, Iñaki Urdangarin.
A ella habría desviado el ex jugador de hándbol una parte importante de los seis millones de euros de dinero público de los que presuntamente se apropió junto a su entonces socio al frente del Instituto Nóos, una organización sin fines de lucro vinculada al mundo del deporte que logró importantes contratos de administraciones públicas por presunto favoritismo al yerno del rey. Cristina de Borbón está imputada bajo la sospecha de que cometiera fraude fiscal y blanqueo de dinero.
Lo que sí dijo saber es que el monarca advirtió a Urdangarin de que debía apartarse del Instituto Nóos, según fuentes judiciales citadas por la agencia DPA.
El juez Castro imputó a la hija del monarca el 7 de enero por fraude fiscal y blanqueo de dinero en base a su posición en Aizoon y a que había hecho gastos personales con dinero de esa empresa.
La declaración se desarrolla en una sala de vistas presidida por el retrato de su padre.
En los sectores aledaños se apostaron centenares de personas con banderas republicanas y catalanas coreando lemas contra la monarquía y a favor del juez José Castro.
La Casa Real ha tratado de distanciarse de la pareja, que no protagoniza ningún acto público en España desde octubre de 2011, pero el caso, que ya dura más de tres años, ha golpeado a la monarquía española, al igual que el accidente del rey Juan Carlos en una cacería en Botswana en 2012, luego del cual ha sido operado en varias ocasiones.
"El 95% de las respuestas de la infanta están siendo no sé, no me consta, yo confiaba en mi marido"
Manuel Delgado
Abogado