Comparta más
En la vida se pueden compartir muchas cosas. Nuestros afectos, nuestras virtudes, nuestros afanes y usted puede compartir también sus propios sueños. Podemos compartir nuestro tiempo con las personas que más amamos. De nosotros depende cuánto queremos vivir solos o cuánto queremos regalarle a alguien parte de nuestro espacio físico y el espacio emocional. El unirnos más con nuestra familia, depende sólo de nosotros. Piense sólo un momento, cuánto es el tiempo, o la calidad de ese tiempo, que le ha entregado a su familia. Siempre se puede dar más.
No es tiempo de recordar lo que nos separa de nuestros seres queridos. Por el contrario, debemos pensar en las cosas que nos unen y nos fortalecen. No se olvide que la Biblia enseña que el amor es benigno, no es rencoroso, sino que todo lo espera y todo lo soporta. Únase más en su matrimonio, con sus hijos, con sus padres. Únase más con sus amigos, con sus compañeros. Regale tiempo, ideas, sueños. Comparta lo bueno que Dios le ha dado a usted.
Porque cuando compartimos más, estrechamos lazos que el tiempo no romperá.
Dios le bendiga.