A 50 años de su construcción, el hospital sufre su peor crisis
Los 50 años que lleva en pie el actual Hospital Regional de Antofagasta hace rato que le están pasando la cuenta a sus miles de pacientes.
A los evidentes problemas de infraestructura se suman ahora la masiva presencia de baratas en algunos pisos y los brotes de enfermedades intrahospitalarias, problemas que dan cuenta de la urgente necesidad de contar con el nuevo recinto médico. El problema es que eso podría tardar tres a cuatro años en concretarse, por dar un plazo esperanzador, pues las obras del centro que lo reemplazará apenas comienzan a desarrollarse.
Sobre la plaga de insectos, el presidente del Colegio Médico y ginecólogo del Hospital Regional, Aliro Bolados, dijo que se trata de un hecho esperable debido al gran deterioro que hoy tiene el edificio.
"Tenemos un hospital que tiene más de 50 años desde su fundación, después de ese tiempo, se producen deterioros importantes, por ejemplo, en el sistema de alcantarillado o la red de agua potable. Esto genera la aparición de roedores, baratas y otros vectores, que son muy difíciles de erradicar", manifestó.
Para el facultativo, la solución es clara: "La renovación del hospital y aplicar medidas de mitigación, lo que a veces no se hace", indicó.
El director del recinto asistencial, Juan Pablo Mattatall, concuerda con el diagnóstico. "En los entretechos del hospital hay cañerías que son viejas y no podemos sacarlas. Ese es el lugar de alojamiento de estos bichos (baratas). Por supuesto que tenemos un plan de control permanente, pero en algún momento pueden fallar", sostuvo el médico.
Mattatall también reconoció que en ocasiones el problema puede agravarse debido a una falta de supervisión a los funcionarios encargados del aseo de las dependencias.
Al consultarle por la suciedad y falta de higiene en las salas del recinto, detectadas en una reciente fiscalización de la Seremi de Salud, Mattatall es enfático en apuntar a las costumbres de los pacientes y los propios funcionarios.
"Es un tema de cultura. Cuando tú vas al baño te lavas las manos, todo el mundo tiene que aprender lo mismo, no existe otra forma. Pero la gente no cultiva hábitos sanos y terminamos con este tipo de circunstancias", asegura.
Una de las situaciones que genera mayor suciedad es el ingreso de alimentos al hospital, tanto por parte de funcionarios, como de pacientes.
En este sentido, la exalcaldesa y ahora diputada electa, Marcela Hernando, quien tiene una larga trayectoria en el área de la salud, apunta a la falta de lugares acondicionados para la alimentación de los trabajadores como un punto crítico.
"Al interior del hospital no existen las condiciones mínimas para que los funcionarios consuman sus colaciones. Eso favorece que la plaga aumente", puntualizó la doctora, que a contar de la próxima semana formará parte de la Comisión de Salud de la Cámara Baja.
"El ministerio tiene que ponerse una mano en el corazón y la otra en la billetera. Hay que desembolsar recursos para hacer habilitaciones críticas que permitan que este hospital funcione en las debidas condiciones hasta que el otro esté en funciones", dijo Hernando al abordar posibles soluciones.
La exalcaldesa comentó que ha sostenido reuniones con las futuras autoridades de Salud, entregando su visión de lo que enfrentan los establecimientos de la red secundaria y primaria de la región.
El presidente del Colegio Médico, Aliro Bolados, concuerda con la necesidad de mayores recursos.
"Debemos presionar para que las autoridades entreguen dinero para la mantención del hospital, porque tenemos que seguir acá por lo menos cuatro años más", afirmó.
En tanto, ayer se informó que el número de pacientes contagiados con la bacteria Clostridium Difficile se elevó a 11 (dos casos más), todos mayores de 65 años, con patologías de base, y evolucionando favorablemente.
Por lo mismo, se mantienen las medidas de aislamiento en cuatro salas, dos de ellas "rojas" (casos confirmados) y las otras dos "amarillas", donde permanecen 14 pacientes en observación por contacto.
Estos últimos estarán en evaluación durante siete días, periodo en que pueden manifestarse los síntomas de bacteria.
En este tema, el infectólogo del Hospital Regional, doctor Pedro Usedo, indicó que al estar en presencia de un brote, la posibilidad que aumenten los casos siempre existe.
"Todos los pacientes que estuvieron en contacto tienen un riesgo potencial y podrían presentar cuadros diarreicos hasta que se cumpla el periodo de observación. Cuando ese periodo termina, ellos pueden ser trasladados a una sala", dijo el especialista.
Usedo recalcó que en un hospital de alta complejidad, como el de Antofagasta, es imposible que la tasa de infecciones intrahospitalarias sea cero, aunque lo ideal es que no se eleve demasiado.
El nuevo Hospital Regional es construido por la empresa Sacyr Concesiones a un costo de US$250 millones.
"En los entretechos del hospital hay cañerías que son viejas y no podemos sacarlas. Ese es el lugar de alojamiento de estos bichos (baratas)".
Juan Pablo Mattatall Director Hospital Regional