Debido a que no existen antecedentes suficientes para imputar a alguien por el homicidio de Vanessa Gálvez López, quien murió calcinada en una piscina aluvional en mayo de 2013, la Fiscalía Local decidió no perseverar en la investigación hasta que aparezcan nuevos antecedentes del caso.
Esto significa que por el momento, uno de los crímenes más impactantes de los últimos años en Antofagasta seguirá sin culpables. Según explicaron desde el Ministerio Público, el fiscal utilizó la facultad legal de no perseverar. Dicha medida se aplicó porque los antecedentes que se manejan no bastan para acusar al sospechoso del crimen de la mujer de 30 años.
En este contexto no corren los plazos de investigación, ya que no hay imputados, por lo que el caso quedará a la espera de que surjan nuevas pruebas que permitan continuar con las pesquisas. Desde la Fiscalía aclararon que existen antecedentes sobre el crimen, pero que no son suficientes para realizar una acusación en el Tribunal de Garantía.
Leonor Miranda es la abuela de la víctima, quien dejó dos hijos de 12 y 3 años. Sostuvo que según la información que le entregaron, la decisión de la Fiscalía se tomó el pasado 2 de enero.
"Nos dijeron que en el fondo no había ninguna prueba concreta contra el que mató a mi nieta", precisó Miranda. Agregó que es demasiado pronto para dejar el caso de esta manera, ya que aún no pasa ni un año desde el homicidio.
La determinación del fiscal, dijo "me dejó llena de dudas".
Para ella también es difícil hablar del tema, en su familia son sólo mujeres. Detalla en el sector todos saben lo que pasó, como también saben quién está involucrado. Se trataría de una expareja, por lo que el caso sería un femicidio. Todo esto la dejó con tratamiento sicológico en el Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos.
Leonor explicó que el hijo mayor de la fallecida también está recibiendo terapia y que la menor, debido a su corta edad, no tiene idea de lo que pasó y aún a veces pregunta por su madre. "Espero que (la investigación) no quede así, ese hombre anda suelto", sentenció Leonor Miranda.
Los restos de Vanessa Gálvez fueron encontrados el viernes 31 de agosto de 2013. Un drogadicto alertó a los vecinos de la población El Ancla que había un cuerpo ardiendo en una piscina aluvional, en la avenida Padre Hurtado.
Al lugar llegaron niños y adultos que vieron a Vanessa inconsciente en el suelo, rodeada de papeles y basura. Nada pudieron hacer y en un par de minutos, la mujer murió carbonizada. Los mismos vecinos relataron que durante la tarde vieron a Vanessa caminando hacia avenida Padre Hurtado. Aseguraron que iba junto a una expareja, quien la golpeaba y que además, tenía sangre en su rostro.
Al denunciar el hecho, la investigación quedó en manos de la PDI. Los efectivos realizaron el examen externo al cadáver, comprobando que en el rostro tenía una lesión que fracturó la zona facial , generada por un objeto contundente.
Más tarde, el Servicio Médico Legal confirmó que la mujer de 30 años estaba muerta al momento de ser quemada. Esto reafirmó la tesis de la policía: el cuerpo fue incinerado sólo para borrar rastros.
Las diligencias para recopilar información tuvieron dificultades, los vecinos no querían involucrarse en el tema. Además, en el sitio del suceso no se encontró ninguna huella del homicida.
"Nos dijeron que en el fondo no había ninguna prueba concreta contra el que mató a mi nieta".
Leonor Miranda
Abuela de Vanessa Gálvez