"Lo" de Vladimir Nabokov
Kamila López
Hace unos meses vi un compacto con las diez cosas más "insanas" en la dirección de Stanley Kubric, una especie de ranking de las obsesiones del realizador, entre ellas figuraba como número uno, el haber hecho la película "Lolita", basada en la novela de Vladimir Nabokov, de la cual éste también fue el guionista.
Y es que la simple situación de llevar a cabo el film y haber utilizado como actriz a una menor de edad para que encarnar a la controversial adolescente, conllevó el cuestionamiento de varios en la pasada década de los años sesenta.
La novela muestra a su protagonista y narrador, Humbert Humbert, un cuarentón, profesor de poesía francesa, divorciado, llegado desde Europa que decide alojarse por un tiempo en la pensión de Charlotte Haze, una mujer que vive junto a su hija de doce años, Dolores, la infinita Lolita, o también Lo o Dolly o Lola, la misma que retuerce las emociones del personaje principal de este relato.
Desde que Humbert visualiza a la muchacha no escatima en desatar su pasión y desenfreno. El relato parece trágico por la turbulenta interioridad del personaje, su obsesión, la historia que él mismo va armando con tal de apegarse bajo todas las formas posibles a su pequeña amada.
Por su parte, Lolita, recién comienza su adolescencia y todo lo que podemos conocer de ella está ensalzado por la descripción eufórica, a veces agónica y ardiente de Humbert, quien la considera sexualmente precoz y con ello enfatiza su deseo por ella.
Para ciertos analistas el libro enmaraña trasfondos, como el retrato de la vulgaridad norteamericana, demostrada a través de la escencia de las locaciones, algunos lectores, como el mismo Nabokov comenta cómo percibieron la alegoría de "el viejo mundo que pervierte al nuevo mundo", otros "la joven América pervirtiendo a la vieja Europa".
En fin, así ha sido la trayectoria de esta novela, para algunos, un camino por el rechazo hacia el protagonista, para otros, la cercanía con el atormentado.