Reforma tributaria incluirá una fuerte alza del impuesto a los alcoholes
Como "razonable, balanceada y consistente" calificó el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, el proyecto de reforma tributaria que comienza a tramitarse hoy en el Congreso y con el que el Gobierno pretende financiar buena parte de su programa, especialmente la reforma educacional comprometida.
El ministro Arenas explicó ayer en detalle los alcances de la iniciativa, entre ellos el alza gradual del impuesto de primera categoría, la disminución del impuesto a las personas y la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT).
Arenas indicó que cuando la reforma impositiva ya esté en régimen, se espera que recaude 3,02 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), lo que se lograría de manera gradual, pasando de un 0,29% del PIB en 2014; a 1,76% en 2015; a 2,44% en 2016, y a 3,02% en el año 2017.
Respecto del aumento de la tasa de impuestos que pagan las empresas de un 20% a un 25%, el ministro precisó que el proyecto propone elevarla de manera gradual, con lo que pasaría a 21% el primer año, a 22,5% el segundo, y a 24% el tercero, para llegar finalmente al 25%, mientras que el FUT también se eliminará gradualmente en cuatro años.
Con la reforma, los dueños de las empresas deberán tributar por la totalidad de las utilidades de éstas y no sólo por las que retiran. De este modo, el nuevo sistema operará sobre la base de renta devengada. "Esta medida será implementada a partir de la Operación Renta 2018, con lo que se terminará el actual mecanismo del FUT y el sistema tributario se hace consistente con los principios de dar igual tratamiento a los ingresos provenientes del capital y del trabajo y donde aporten más quienes generan más ingresos", explicó.
Resaltó que la eliminación del FUT no afectará a las pequeñas empresas, porque los cambios que introduce la reforma tributaria y que permiten pasar a una base devengada, no las afectarán, sino por el contrario, podrá favorecerlas. "Todo empresario con utilidades tributables menores a $ 76 millones, donde se encuentra el 95% de las empresas en Chile, terminará pagando lo mismo que hoy o incluso menos cuando pase del sistema actual con FUT al devengado y se aplique la tasa máxima de impuesto a la renta de 35%", graficó.
El proyecto también ajusta la tasa máxima marginal del impuesto de las personas con el fin de tratar de manera más equitativa a las rentas del trabajo respecto de las rentas del capital. Se reducirá la tasa máxima de los impuestos personales del 40% actual a un 35% a partir de la Operación Renta 2018. Para las autoridades (Presidenta de la República, ministros, subsecretarios, senadores y diputados), el proyecto de ley establece una tasa adicional de 5%, por lo que no verán reducida su carga tributaria actual.
El proyecto elimina la exención a las ganancias de capital obtenidas por la venta de bienes raíces. Propone que estas ganancias de capital tributen, permitiendo reconocer en el costo las mejoras que se hayan incorporado al bien raíz y establece una excepción para la vivienda propia.
El aumento del impuesto a la renta, el término del FUT, la tributación sobre base devengada y la baja del impuesto a las personas, se traducirán en una recaudación equivalente a 1,4% del PIB, constituyéndose en las medidas con mayor capacidad de recaudación, aportando 46% del total.
El proyecto también incluye un alza impositiva para las bebidas alcohólicas y analcohólicas con azúcar. Arenas explicó que el impuesto a las bebidas alcohólicas en Chile es bajo comparado con el que se aplica en los países Ocde y no guarda relación con los daños que produce su consumo excesivo. Además, indicó que hoy el impuesto a los alcoholes no hace diferencia en términos de su contenido de azúcar o sodio, lo que no contribuye a los objetivos de salud pública.
Por esto se propone aumentar el impuesto específico a las bebidas alcohólicas y a las bebidas analcohólicas con azúcar. En el caso de las primeras, el impuesto tendrá tanto un componente ad valorem como un componente en proporción al volumen de alcohol puro incluido en cada tipo de bebida.
De esta forma, el impuesto a las bebidas con azúcar aumentará de un 13% a un 18%; el de la cerveza de un 15% a un 20,5%; el del vino de un 15% a un 24%; el del pisco de un 27% a un 35,5%, y el del whisky de un 27% a un 38%. El de las bebidas analcohólicas se mantendría en un 13%.
La propuesta de aumentar el impuesto a los alcoholes fue rechazada por el senador DC Jorge Pizarro, quien dijo que no votará la propuesta, debido a que "eso significa colocarle la lápida a miles de pequeños productores pisqueros" de la Región de Coquimbo, la zona que él representa.
Arenas hizo hincapié en que, considerando la actual situación de desaceleración de la economía, el proyecto introduce nuevos mecanismos de incentivos al ahorro y la inversión, con énfasis en la situación de las pequeñas empresas. La principal medida proinversión que se impulsa busca mejorar los mecanismos de depreciación del activo fijo de las empresas. "Para las micro y pequeñas empresas hay un mecanismo de depreciación instantánea que les permitirá rebajar su inversión de las utilidades de una sola vez en un año. En el caso de las empresas medianas, este mecanismo operará con una fórmula de reducción lineal del beneficio, en la medida que sus ventas se acerquen a las de una empresa grande", dijo el ministro.
Los titulares de las comisiones de Hacienda de la Cámara y el Senado, Pablo Lorenzini y Ricardo Lagos Weber, respectivamente, señalaron que la iniciativa debiera salir antes de la tramitación del presupuesto de 2015. "Nuestra idea es que el programa esté votado en la sala antes del 21 de mayo, para cumplir aquello antes de septiembre", dijo Lorenzini.
"(La propuesta) significa colocarle la lápida a miles de pequeños productores pisqueros".
Senador Jorge Pizarro
Sobre alza en impuesto al pisco