Graffitis: una galería de arte a techo abierto para la comunidad
Para algunos son sólo garabatos o simplemente vandalismo. Mientras, que para sus cultores es un medio masivo de expresión que permite entregar un mensaje con contenido social al público, sacando las galerías de arte a la calle.
Desde sus orígenes en la década del 60 en Nueva York, el graffiti estuvo ligado a la cultura hip-hop proveniente de los barrios marginales.
Hoy este tipo de arte callejero -con los años- ha evolucionado en su técnica y estilo, tomado distancia de esta tendencia muchas veces "estigmatizada", para dar paso a algo más profundo en su idea de arte urbano, abordando temas sociales como la educación y el reconocimiento de los pueblos originarios, entre otros.
Con 17 años en el mundo del graffiti, Francisco Tapia (alias Esec), es uno de los cultores antofagastinos destacados en este arte urbano. El arquitecto de la Universidad Católica del Norte demoró casi un año para conseguir un muro en calle 21 de mayo con Blanco Encalada, donde plasmó su idea de una educación de calidad y para todos.
"El hecho que el graffiti esté en la calle se impone. El arte todos los conocen como algo subjetivo, pero cuando está inserto en el espacio público tiene que tener un objetivo totalmente identificable para que toda la gente se identifique con el mensaje. El graffiti es educación. Es educar y al mismo tiempo el reflejo de la educación de nuestra sociedad", enfatizó Esec.
Respecto a la evolución que ha tenido esta expresión artística en el último tiempo, Esec comenta que "el graffiti generacionalmente siempre va acorde con las demandas sociales. Hoy este tipo de arte ya no se encasilla dentro de la cultura hip-hop, sino que se desligó de ello y es una verdadera herramienta de expresión".
Zike (Mauricio Torres) es otro exponente local. La temática de su trabajo está enfocada en representar a las etnias indígenas, con especial énfasis en la reivindicación de sus derechos como pueblo.
"Cada graffitero tiene su estilo y temática. En mi caso me interesa mucho el tema de los orígenes Mapuche y también el resto de los pueblos latinoamericanos. La idea es rescatar a través de estos graffittis toda la cultura de los pueblos originarios que se ha ido perdiendo con el tiempo", apuntó el artista urbano.
Sobre este tipo de expresiones artísticas, el destacado profesor y pintor antofagastino Waldo Valenzuela, destacó el crecimiento técnico que han experimentado los graffiteros en sus obras.
"Es importante el arte urbano. No tanto los tags, sino el graffiti en sí, en su composición. Cada día hay más calidad en las propuestas y los graffiteros se exigen más en su técnica", aclaró el artista local.