Murió el creador de 'Alien' que trabajó con Jodorowsky
arte. H.R Giger falleció en Suiza a los 74 años producto de una caída.
La mano creadora del monstruo galáctico más famoso, H.R. Giger, falleció el lunes a los 74 años en un hospital en Zúrich, producto de las heridas que sufrió en una caída. La información fue confirmada ayer por Sandra Mivelaz, la administradora del Museo H.R. Giger en Gruyeres (Suiza).
Fue con el clásico 'Alien, el octavo pasajero' (1979), del cineasta británico Ridley Scott, que la figura de la criatura concebida para matar y reproducirse creada por el dibujante suizo, se convirtió en uno de los monstruos más icónicos del cine.
Y para que el trabajo de Giger llegara a la película más célebre de Scott tuvieron que alinearse varias personalidades de las artes. Fue de casualidad que el trabajo del ilustrador llegó hasta Scott. La historia fue así: un amigo común entre Giger y el español Salvador Dalí visitó la casa del pintor y le llevó en una ocasión unos dibujos suyos. Cuando el artista tocopillano, Alejandro Jodorowsky, fue más tarde a pedirle a Dalí que participara en su ambicioso proyecto cinematográfico 'Dune', el pintor le mostró los dibujos. Fue así como Jodorowsky fichó a Giger para los diseños de 'Dune'. Pero la película nunca llegó a realizarse.
Sin embargo, dio la casualidad de que su guionista, Dan O'Bannon, decidió pasar su frustración escribiendo el libreto de 'Alien' y, cuando Scott se embarcó en el proyecto, rápidamente le mostró los dibujos de 'Necronomicon'.
El trabajo que Giger creó para el cine fue exhibido en galerías de arte y se llevó en 1980 el Oscar a los mejores efectos especiales. El trabajo del ilustrador no sólo llegó a la pantalla grande con 'Alien'. Giger también colaboró con su obra en 'Poltergeist II', de Brian Gibson, 'Species', de Roger Donaldson, y más recientemente 'Prometheus', también de Ridley Scott.
El artista suizo fue un destacado exponente del 'realismo fantástico', que irrumpió en el arte durante el siglo XX y que se caracteriza por romper la realidad con rasgos fantásticos ilustrados de un modo realista. Giger además le añadió su estilo propio con su dibujo 'biomecánico' de influencia surrealista a la creación de sus personajes ambiguos, que combinaban secreciones y curvas orgánicas con una apariencia y movimientos de una máquina que tiene vida.
Fue el mismo artista quien en diversas entrevistas contó que la inspiración para la creación de esas figuras el vino de sus propios sueños y pesadillas.