El ambiente es tranquilo. Las que más conversan son aquellas madres que están en trabajo de parto y las matronas que las atienden. Las mujeres que están ad portas de ser mamás, se pasean de un lado a otro esperando el momento exacto para ingresar al pabellón de maternidad a dar a luz.
Lindsey Vela tiene 18 años y el día anterior a la entrevista tuvo a su hijo Milan. Su parto fue normal y asegura que se siente muy bien. Está recostada al lado de su bebé. Tiene una polera calipso y cada cinco minutos revisa si Milan está respirando. Es primeriza.
Antes de atenderse en el hospital, contó que estaba bastante asustada. No había escuchado buenas opiniones de la atención de este recinto.
'Tenía miedo, todos me decían que las enfermeras me iban a decir 'no te gustó, entonces aguántate', pero nada de eso ocurrió', manifiesta mientras le toma las manos a Milan, quien tiene puestos unos mitones azules para que no se rasguñe su pequeño y delicado rostro.
Lindsey tuvo un parto normal donde se le aplicaron todas las nuevas tecnologías del recién remodelado Servicio de Maternidad, el cual tuvo una inversión de $935 millones ($664 millones en equipamiento y $271 millones en obras civiles) y que comenzó su funcionamiento durante la primera semana de febrero.
Según información proporcionada por el hospital, desde que comenzaron a usarse las nuevas dependencias han nacido 639 bebés (hasta el 30 de abril). Además, se ha logrado en el 77% de los partos efectuar ejercicios de apego (las madres pueden estar alrededor de 30 minutos con el bebé después del parto).
En el mismo servicio, existen tres pabellones quirúrgicos, donde se realizan cesáreas, intervenciones a pacientes con cáncer de mamas y cervicouterino, entre otras patologías ginecológicas.
'Ellos se han preocupado mucho de mí. Incluso, nos han hecho talleres desde Chile Crece Contigo para que nosotros aprendamos algunas cosas, sobre todo porque somos primerizas. Las matronas me pusieron en una pelota para que mi trabajo de parto fuera más rápido y eso es muy bueno', dice Lindsey.
La cuenta pública del Hospital Regional indica que hasta el 2013, el recinto médico atendió el 57,4% de los nacimientos de la región, lo que refleja la alta demanda que tiene este centro de salud en nuestra zona.
Por ello, debe haber cuatro matronas por turno, quienes trabajan 12 horas diarias. 'Acá hay atención personalizada al parto, la posibilidad del apego y la presencia del padre en el parto es muy importante. Todas las mejoras que se hicieron fueron para dar más calidad de atención a nuestros pacientes', sostuvo la matrona jefa de turno, María Aenishanslins.
Además aseguró que las condiciones de trabajo mejoraron sustancialmente. 'Estamos mucho más cómodas. Tenemos unidades independientes por pacientes y se trata de mantener su privacidad. Está todo centralizado', comentó.
Mientras realizábamos este segundo recorrido, presenciamos el parto número 1.000 en lo que va del año, es decir desde el 1 de enero. Mary Neira es peruana, tiene 23 años y tuvo su hijo a las 14.30 horas del pasado viernes. Con su rostro cansado, apenas responde las preguntas que le realizamos. Aún está en la sala de parto porque está en periodo de apego con el bebé.
'Soy primeriza y las matronas me ayudaron mucho. Utilicé la pelota y me ayudó mucho para que mi bebé saliera rápido. Las camas son muy cómodas, la verdad es que estoy muy contenta', comentó mientras amamanta a su hija Ciza Antonia.