Un robo con características inusuales en la ciudad ocurrió ayer en la madrugada en una sucursal de un banco en pleno centro de Antofagasta, donde un número indeterminado de antisociales ingresaron hasta la bóveda del recinto y sustrajeron cuatro millones de pesos.

El ilícito fue descubierto por los trabajadores del banco BCI Nova, quienes al iniciar la jornada notaron que algo había sucedido en el sector de la bóveda. De inmediato dieron aviso a la policía, que concurrió hasta el local de calle Matta Nº 2.500.

Los funcionarios de la Tercera Comisaría de Carabineros comprobaron que las puertas del interior habían sido forzadas. Los rastros que quedaron en el lugar señalaron que el objetivo de los delincuentes era uno solo, acceder a la bóveda principal del banco.

La pared para acceder a este sector del recinto presentaba una 'abertura'. En el interior, los individuos alcanzaron a sacar sólo dos cajas metálicas. Estas contenían $2 millones en efectivo cada una.

La inspección al sitio del suceso permitió verificar que la caja fuerte acorazada del banco también intentó ser forzada, aunque los autores del delito no consiguieron vulnerar la seguridad de ésta.

Los hechos fueron informados al Ministerio Público, por lo que comenzará la investigación formal del caso.

Hasta calle Matta concurrió personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) y funcionarios del OS-10, que tienen a su cargo las primeras diligencias. Por el momento se desconoce cuántos sujetos pudieron participar del robo.

Aunque debido a las características del hecho, se presume que pudiera ser una banda dedica a esta clase de delitos y que contaran con información del funcionamiento y ubicación de la bóveda del banco.

El robo a estas entidades no es una situación común en Antofagasta, menos si los antisociales entran de noche y tratan de perforar una caja fuerte acorazada.

Lo más cercano es la sustracción de cajeros automáticos, delito casi en retirada en la ciudad, pero que tuvo su mayor auge en 2011.

El otro ilícito conocido son las bandas que esperan a los clientes en la salida de las entidades bancarias para seguirlos y sacarles dinero desde sus vehículos. Hace dos semanas fue detenido el grupo que utilizaba este método, donde una investigación de Carabineros determinó que dejaron víctimas en Antofagasta y Calama.

Tres jóvenes, entre los 18 y 28 años, rondaban bancos de distintos puntos de la ciudad, estudiando a clientes que retiraban grandes sumas de dinero. Con su víctima 'marcada', el grupo ubicaba su vehículo y pinchaba un neumático.

Al seguirlo, le advertían del problema en la rueda, por lo que el conductor tenía que detenerse y bajar del móvil. Ese momento aprovechan, mientras uno de ellos distraía a la víctima, para sustraer el dinero del automóvil, sin que la víctima notara el robo.

Esta banda tenía un amplio prontuario policial y uno de sus integrantes registraba 16 condenas cumplidas. Según los datos tras la detención, al menos participaron en la sustracción de cinco millones de pesos en Antofagasta y otros $15 millones en Calama.

Con un arma de fuego habría intimidado y robado el vehículo de un conductor en la playa El Trocadero, móvil que en su interior tenía tres millones de pesos en especies. Pero minutos más tarde, la policía detuvo al presunto autor del delito en el sector norte, quien resultó ser un menor de 16 años.

La propia víctima fue quien llegó hasta la Subcomisaría Norte de Carabineros para realizar una denuncia por robo con intimidación.

El conductor, de 25 años, relató a los funcionarios policiales que en El Trocadero, un individuo se acercó a Jeep (todoterreno) modelo Patriot 2012.

Con un arma de fuego, el desconocido que en ese momento actuó solo, robó el vehículo. Cerca de las 4 horas y con estos antecedentes, personal de la Subcomisaría Norte desplegó patrullajes para dar con el automóvil. Estas diligencias terminaron en calle Bonilla con Arturo Pérez Canto, sector norte de la ciudad.

Allí, los carabineros detectaron un Jeep Patriot, sin embargo, el conductor huyó y Carabineros perdió su rastro. Minutos más tarde, encontraron a un sujeto con idénticas características a las entregadas por la víctima caminando por la calle.

Al fiscalizarlo, comprobaron que tenía sólo 16 años y en el cuartel policial, el afectado lo reconoció como su agresor. El vehículo lo hallaron en calle Hayatt con Pérez Canto, aunque según el denunciante, faltaban teléfonos y artículos avaluados en $3 millones.

El menor además registra una causa pendiente por receptación.