El Presidente de EE.UU., Barack Obama, delineó ayer su visión de la política exterior para los poco más de dos años que le restan en la Casa Blanca, oportunidad en la que defendió su preferencia por la contención ante quienes abogan por responder a cualquier crisis con una intervención militar, al recordar que algunos de los mayores errores que ha cometido su país ocurrieron cuando se precipitó a una guerra.
'El Ejército es, y siempre será, la columna vertebral del liderazgo de EE.UU. Pero la acción militar no puede ser el único, ni siquiera el principal, componente de nuestro liderazgo en cada instancia', dijo Obama en un discurso en la Academia Militar de West Point, en Nueva York.
'Sólo porque tengamos el mejor martillo no significa que cada problema sea un clavo', argumentó el Mandatario.
Obama respondió así a sus críticos en el ala republicana del Congreso, que lo acusan de haber sido demasiado cauto y haber perdido oportunidades estratégicas clave por negarse a actuar militarmente, especialmente en el caso de Siria.
'Creo en el carácter excepcional de EE.UU. con cada fibra de mi ser. Pero lo que nos hace excepcionales no es nuestra capacidad de desobedecer las normas internacionales y la legalidad; es nuestra voluntad de afirmarlas a través de nuestras acciones', sentenció.
'No todo problema tiene una solución militar. Desde la Segunda Guerra Mundial, algunos de nuestros errores más costosos no han procedido de nuestra contención, sino de nuestra voluntad de precipitarnos a aventuras militares sin pensar en las consecuencias, sin construir legitimidad y apoyo internacional, o consultar con el pueblo estadounidense sobre el sacrificio requerido', sostuvo.
Por tanto, afirmó que EE.UU. 'usará la fuerza militar unilateralmente si es necesario, cuando sus intereses básicos lo demanden', es decir, cuando su pueblo o su forma de vida 'se vean amenazados o la seguridad de sus aliados esté en peligro', e incluso en esas circunstancias, 'la opinión internacional importa'. 'Pero cuando los asuntos de preocupación global no supongan una amenaza directa a EE.UU., entonces el umbral para la acción militar debe ser más alto. En esas circunstancias, no debemos actuar solos', argumentó.
'Deberemos movilizar a nuestros aliados para tomar acciones colectivas. Debemos ampliar nuestras herramientas para incluir la diplomacia y el desarrollo, las sanciones y el aislamiento, los recursos a la ley internacional, y -si es justa, necesaria y efectiva- la acción militar multilateral', afirmó.