Inseguridad en el borde costero
El robo, secuestro y ataque sexual que sufrió una joven de 23 años en El Trocadero es una señal de alerta sobre el peligro durante las noches en los balnearios y el borde costero de la ciudad.
El aumento de la delincuencia en estos puntos y el notorio incremento de personas en situación de calle son una realidad que preocupa en particular a los vecinos y a las autoridades policiales, que ya anunciaron un plan especial ante esta situación.
Si bien el mencionado ataque sexual puede parecer algo circunstancial o aislado, es necesario profundizar sobre el tema y cortar de raíz cualquier atisbo que ponga en riesgo la integridad de los antofagastinos, según el relato de los propios residentes.
En la misma playa El Trocadero se registran una serie de hechos que van desde asaltos con armas blancas y de fuego, el frecuente robo de vehículos, hasta violentas riñas. Lo anterior es razón más que suficiente para evitar situaciones de riesgo, especialmente entre los jóvenes y parejas que visitan el borde costero en la noche.
Este problema además es extensivo al Balneario Municipal, la playa El Cable, el Paseo del Mar, los alrededores de la Playa Paraíso y el sector del supermercado Lider, un circuito donde deambulan una serie de mochileros de dudosa procedencia, en su mayoría bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Es urgente dar solución a este tema que se arrastra por años en la ciudad, sin que hasta el momento haya una política clara de cómo enfrentar la gran cantidad de vagabundos y antisociales que transformar estos espacios públicos en verdadero polos de la delincuencia.
Por cierto, la responsabilidad también recae en los antofagastinos para no exponerse a situaciones al límite, que pueden terminar en una tragedia como la vivida por la joven violada.
Es claro que la costanera debe ser la gran plataforma de Antofagasta en el ámbito turístico y recreacional, y no transformarse en una peligrosa guarida de delincuentes que acechan a sus víctimas amparados en la oscuridad.