Según los trabajadores de minera El Tesoro y Esperanza la fusión de ambas compañías era un cambio necesario para el futuro y rentabilidad de las dos operaciones del grupo Antofagasta Minerals en la región.
Y aunque la reestructuración que concluirá con la creación de una nueva compañía, Minera Centinela, aún está en una etapa de consolidación, los dirigentes sindicales aclaran que los cambios y ajustes de personal serán, por el momento, sólo en la plana ejecutiva, nivel donde justamente habrá dualidad de funciones tras la fusión.
Además los propios trabajadores confirman que tal como estaban funcionando las dos operaciones (Tesoro y Esperanza), el futuro no era muy alentador tras los datos económicos que está presentando la industria y la necesidad de mejorar la productividad de las faenas.
El presidente del sindicato de Minera El Tesoro, Luis Redlich, explicó que como planta de óxidos había un proyección de vida útil hasta el 2020 y con la fusión ahora se da una continuidad a la operación.
visión
'La decisión de la compañía apunta a crecer y no disminuir la producción de las operaciones. En este sentido estamos tranquilos porque hemos conversado el tema con la empresa. Tenemos una visión positiva frente a la reestruccturación', dijo el dirigente sindical.
Redlich agregó que con la integración de las dos cupríferas la dualidad de funciones corren riesgo, pero en el caso de los trabajadores a nivel operacional este factor no se da, porque ambas compañías funcionan de forma distinta.
La opinión del dirigente de Minera El Tesoro también es compartida por el presidente del sindicato 2 de Minera Esperanza, Roberto Mallorca, quien argumentó que El Tesoro trabaja en base a lixiviación de óxidos y Esperanza es una planta netamente concentradora, de ahí que la dotación operacional de cada compañía tenga funciones distintas.
En este sentido Mallorca recalcó que de concretarse las inversiones que tiene en carpeta el grupo Antofagasta Minerals, Minera Centinela debería aumentar su producción.
inversiones
Sin bien la decisión de la compañía ligada al grupo Luksic fue informada hace sólo dos días, el plan de integración de las dos operaciones mineras era estudiado desde hace unos meses.
En lo esencial el grupo tiene contemplado materializar una inversión de US$2.700 millones. El objetivo de la nueva cuprífera, liderada por André Sougarret, es duplicar la producción actual de los yacimientos que es cercana a las 270.000 toneladas.
Además junto a la decisión de fusionar las operaciones también toman mayor relevancia los proyectos que apuntan a construir una nueva planta concentradora en Centinela, lo que posicionaría al mineral como uno de los principales yacimientos del país.
Escenario
Para los expertos el plan del grupo Luksic sólo responde al difícil escenario que presentan la industria y a las estrategias que están implementando las principales mineras para reducir sus costos. De ahí, que no se descarten otros ajustes relevantes en la industria.
El decano de la Facultad de Economía y Administración de la UCN, Fernando Álvarez, recalcó que el sector en general está tratando de tomar este tipo de caminos para optimizar sus operaciones.
En este contexto, Álvarez indicó que este año será complicado y seguirá con incertidumbre, en donde las condiciones estarán sujetas a la evolución de los mercados globales y lo que muestren en materia de recuperación los países desarrollados y la economía China.
A juicio del académico de consolidarse las procesos de recuperación a nivel internacional, las proyecciones para el 2015 serán más auspiciosas y los proyectos postergados, ya sea por factores económicos y también por conflictos internos de carácter técnico, podrían reiniciar sus trabajos de instalación y consolidación.