El Gobierno presentó hace unos días el proyecto de ley por el cual se crea el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco), iniciativa que fue enviada a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para iniciar su tramitación.

El proyecto se plantea como una medida de estabilización en los vaivenes de los precios de los combustibles, que especialmente durante 2014 han anotado alzas importantes, para las que no siempre funcionó el Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles (Sipco), que sería reemplazado por este nuevo instrumento.

A simple vista, la iniciativa constituye un avance y una respuesta principalmente a los automovilistas chilenos, debido a que el Mepco establece que en el mercado interno los combustibles no registrarán una variación mayor a $5 por litro a la semana, con un tope mensual de $20.

Sin embargo, concretamente la propuesta no se transforma en una solución de fondo para una de las cargas tributarias más controvertidas que tienen los contribuyentes en el país, que es el impuesto Específico a los Combustibles. Un gravamen controvertido, porque largamente se ha discutido que este impuesto ya no cumple el objetivo para lo cual fue creado después del terremoto que azotó la zona central de Chile en 1985.

Hoy, cualquier sistema de estabilización nace consecutivamente como una solución superficial ante un tributo que encarece sustancialmente el precio de los combustibles. Hoy, sin el Impuesto Específico las bencinas costarían en promedio cerca de $650, incluyendo el IVA, otro impuesto que las grava. Hace seis años, con un precio del barril de crudo 40% más caro y una cotización del dólar también más cara, el precio de las gasolinas era menor en Chile.

Son todas estas condiciones las que ponen en la mesa la necesidad de debatir alternativas de fondo respecto a estos costos, para un país que está entre los 10 del mundo con los valores más altos para los combustibles.

Más costos para el Estado -subsidios disfrazados- tampoco parecen las mejores soluciones.

Miles de millones de seres humanos están con la atención puesta en un evento que cada cuatro años acapara la atención, por todos los medios posibles y juega con las ilusiones sublimadas de los muchos que sólo triunfan metafóricamente en una cancha. Transformándose así en el mayor negocio mundial de emoción y frustración que conozca hasta hoy la historia de la humanidad.

Los países disputan el ser sedes de los campeonatos que tienen la virtud de transformar la inversión estatal pública en utilidades privadas y corporativas. Como una inmensa caja mágica desembolsa dineros recaudados de todos por vía impuestos, normalmente, y los transforma en dineros para privados, incluida la FIFA, verdadero gobierno transnacional con poder cercano a los mayores y con los mismos grados de corrupción.

Que el pan y circo es un mecanismo con historia desde antes de Roma es sabido, lo relativamente nuevo, desde el indigne vouz, es que los pueblos ya no están dispuestos a beber la adormidera del campeonato mundial de árbitros de fútbol sin manifestar su disconformidad con este acto de presdigitación de recursos en que incurren países que vulneran sus prioridades tras la búsqueda del lavado de imagen televisiva.

Tanto es así que las favelas han sido militarmente cercadas dado que el circo no está siendo capaz de compensar la falta de pan, en el país más cercano a la pasión futbolera, la anciana fórmula está mostrando sus grietas y al parecer las decisiones de en donde invertir ya no se pueden disfrazar solo con espectáculo. Este es un dato a tener en consideración cada vez que de decisiones de inversión se trate.

Entre los hechos que llaman la atención está la barra japonesa que realizó, a nuestros ojos, el acto inverosímil, hasta acá, del campeonato, al terminar el partido que su equipo jugó y empató, los mismos barristas -implementos en mano- procedieron a limpiar las graderías desde donde ellos mismos desataron su pasión de hinchas haciéndose responsable de la basura y los estropicios sin esperar la llegada de los municipales. Dato a tener en consideración cada vez que de discutir el tema de la basura se trate.

El triunfo de Chile sobre España y los árbitros. Un dato a tener en consideración cada vez que de derrotar el centralismo se trate.