Si bien el referente futbolístico de la selección argentina, Lionel Messi, no mostró su mejor faceta en el duelo de ayer frente a Irán, por la segunda fecha del Grupo F de la Copa del Mundo, apareció lo justo como para clasificar a su representativo a los octavos de final, con un gol de su factura, en los 90' de un duelo que bien pudo haberle otorgado mejor suerte a los iraníes, si en el complemento hubiesen concretado los acercamientos que tuvieron en dicho lapso.

Pese al triunfo, el seleccionado argentino sigue en deuda y nuevamente volvió a mostrar incapacidad en la definición, tal como en el cotejo pasado frente a Bosnia (2-1).

Ante un estadio Mineirao repleto de trasandinos, los de Alejandro Sabella sólo pudieron desnivelar en la agonía ante un ordenado equipo iraní, que consciente de sus limitaciones, apostó por un planteamiento defensivo, sobre todo en el primer tiempo, otorgándose más espacios ofensivos en la etapa de complemento.

Desde el inicio, la albiceleste tuvo problemas en la definición. Si bien tenía el dominio del compromiso, no gozó de profundidad en el último cuarto de la cancha y eso, a pesar de contar con Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero y Angel Di María.

El conjunto iraní, adiestrado por el portugués Carlos Queiroz, propuso el repliegue en todo su campo y cuando se le presentaba la oportunidad, iba por el contragolpe, que casi le dio frutos.

En el segundo tiempo se repetía lo sucedido en el primero. Fue una constante presión albiceleste que se encontraba con el murallón iraní dispuesto por el DT portugués.

Argentina poco a poco comenzó a ceder en protagonismo e Irán estuvo cerca de aprovechar aquella desconcentración. Dos notables tapadas del portero Sergio Romero le permitieron seguir con vida al cuadro trasandino, que casi se vio golpeado.

Sabella intentó revertir la situación con Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio, sin embargo, no tuvo efectos positivos hasta que apareció su máxima figura y justo cuando el juez determinó 5 minutos de adición.

En los 90', Lionel Messi tomó el balón en la entrada del área y con el borde interno de su pie izquierdo colocó la esférica en un rincón inatajable para el meta Alireza Haghighi.

Tras la conquista no hubo más tiempo para reacciones, salvo la posterior, la de los protagonistas.

El técnico de Argentina, Alejandro Sabella, reconoció que el triunfo 'fue muy difícil. En el primer tiempo tuvimos la posesión y el terreno, e incluso generamos tres situaciones claras y algunas de pelota parada. Irán hizo un gran partido, se refugió atrás y supo aprovechar el contragolpe, generándonos también oportunidades netas. Sobre el final, después del desgaste que habíamos hecho, en el golpe por golpe nos complicaron, pero por suerte Romero respondió bien'.

Del otro lado, el entrenador Carlos Queiroz, apuntó positivamente a sus dirigidos, al señalar que 'estoy orgulloso de mis jugadores porque competimos durante los 90 minutos. El partido fue lo que imaginábamos: Argentina con el control del balón, Irán organizado en defensa, con mucha disciplina y concentración. La idea era achicar los espacios cuando ellos atacaban, pero luego puse dos delanteros porque queríamos ganar, y para eso debíamos arriesgar. Si hubiéramos anotado primero, quizás hubiera sido aún más difícil para Argentina. Pero Messi puede hacer la diferencia en cualquier momento. Lo buscó una y otra vez hasta que lo encontró en el final'.

Lo último de este grupo será lo que ocurrirá el miércoles 25 de junio, cuando a las 12 horas, en Porto Alegre, se enfrenten Nigeria-Argentina, y a la misma hora, en Salvador Bahía, rivalicen Bosnia-Irán.

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