El intendente Valentín Volta no descartó exigir el pago de más recursos con cargo a la deuda que el nivel central mantiene con la región, pero advirtió que cualquier decisión pasa por la cartera de proyectos que se logre confeccionar y la capacidad de gasto que exista.
Volta no quiere repetir los errores que se cometieron en administraciones pasadas, donde no todos los recursos se ejecutaron y además hubo carencias que se vieron acentuadas por falta de iniciativas.
En este momento, la región cuenta con un presupuesto cercano a los $70 mil millones, pero el Ministerio de Hacienda adeuda a la zona $18.142 millones por 'ingresos propios' (patentes mineras, ley de casino y venta de terrenos), lo que podría elevar bastante más el FNDR de este año.
La deuda en realidad era hasta hace unas semanas de $23.742 millones, pero el pago de una remesa de $5.600 millones gracias a gestiones directas del propio Volta, la rebajó.
La existencia de un gran saldo activó esta semana el reclamo de los parlamentarios de la zona. Sin embargo, el tema es más complejo, pues la llegada de recursos a esta altura del año puede ocasionar que el FNDR no se alcance a gastar en su totalidad.
No hay que olvidar que los presupuestos de las regiones comienzan de cero todos los años, lo que significa que los recursos que no se ejecutan entre el 1 de enero y el 31 de diciembre son devueltos a Santiago.
Además, las regiones más eficientes en el uso de sus recursos reciben al año siguiente incentivos especiales. De esta manera, pedir más recursos implica un riesgo, porque hace más difícil llegar al 100% de gasto y lograr dichos premios.
Sólo como dato, en 2013 la región alcanzó un 96,2% de gasto efectivo y como resultado de ello sufrió un doble golpe económico, pues por un lado tuvo que devolver $2.436 millones y, por otro, apenas recibió $547 millones como premio de eficiencia, en circunstancias que lo usual era obtener del orden de los $1.500 millones.
CARTERA
Valentín Volta comentó que antes de pensar en más recursos hay que contar con una cartera de proyectos asociada a la deuda, pero más importante aún, 'asegurar la ejecución del gasto para no tener que devolver recursos'.
'Ninguna dirección de presupuestos, ningún ministerio de Hacienda, va a entregar a un gobierno regional aquello que no es capaz de gastar. Por lo tanto, nosotros esperamos tener más recursos durante el año en la medida que generemos una muy buena ejecución', indicó.
Volta recalcó que los $5.600 millones comprometidos hace pocos días se justifican porque la región cuenta con una 'cartera de choque' asociada a los cinco grandes ejes del gobierno (salud, educación, vivienda, migración y emergencia) y porque el gasto FNDR volvió a situarse dentro de lo programado.
De hecho, comentó que después de un paupérrimo inicio de año (enero y febrero el gasto fue 3,7%), en abril la región volvió a posicionarse en el promedio nacional y para junio espera tener gastada la mitad del presupuesto, con un margen de error de tres puntos.
MINISTRO
La diputada Marcela Hernando envió esta semana un oficio al ministro Alberto Arenas pidiendo el pronto pago de los recursos que se adeudan, los cuales, en sus propias palabras, son necesarios para hacer frente a las 'enormes necesidades regionales en materia de salud y demandas comunales'.
La exalcaldesa aseguró que Arenas desconocía la existencia de esta deuda (así se lo reconoció en una conversación previa) y que fue esto lo que la motivó a enviar la misiva.
Por su parte, el senador Pedro Araya señaló que los montos no decretados son muy importantes para el desarrollo de la región, pero advirtió que lo más prudente sería programar un calendario de pago.
'Por un tema de ejecución presupuestaria, me parece que deberíamos agendar los pagos de común acuerdo con el gobierno regional', explicó.
Araya alertó sobre otro problema que inquieta al gobierno, al señalar que las unidades formuladoras de proyectos tienen que generar iniciativas para construir cartera y mostrar a Santiago que existen requerimientos por satisfacer.
A la fecha el ingreso de nuevos proyectos a las instancias de revisión técnica es bajo y las miradas apuntan principalmente a los municipios.