El regreso de la 'Ley Emilia'
Mientras el país se concentraba en el juego entre Chile y Holanda por el Mundial de Brasil 2014, en el palacio de La Moneda, en Santiago, la Presidenta Michelle Bachelet firmaba en nuevo proyecto para dar vida a la 'Ley Emilia', que busca penas efectivas y más severas contra los conductores que guían sus vehículos en estado de ebriedad y más aún, si protagonizan accidentes que causen muertes o lesiones.
Este proyecto reemplazará uno anterior que fuera rechazado debido a los vacíos que dejaba respecto a las condenas efectivas para los infractores. Con la nueva iniciativa el escenario es distinto: un conductor ebrio podría quedar en prisión preventiva y pasar al menos un año en la cárcel. Además, en el caso de accidentes con lesiones o muertes el mínimo para una condena serán cinco años y se establece como 'delito calificado' en el caso que se registre la huida del lugar del accidente, la reincidencia en la conducción bajo los efectos del alcohol o que el conductor involucrado sea un profesional de volante.
Como lo dijera la mandataria al firmar esta iniciativa legal, no es el caso 'ensañarse' con quienes tienen un comportamiento irresponsable en el tránsito, exponiendo su vida y loa de los demás, sino que se trata de establecer castigos efectivos y ejemplarizadores a quienes no asuman la seriedad que demanda el guiar un vehículo motorizado. La iniciativa nace luego de la muerte de la pequeña Emilia en enero de 2013, luego de que el auto en el que viajaba junto a sus padres, fuera impactado en la parte posterior por un furgón conducido por un hombre en estado de ebriedad.
Más allá de este emblemático caso que terminó denominando al proyecto de ley, muchos rincones de Chile han visto cómo la mezcla de alcohol y conducción ha cortado vidas de raíz, sumiendo a cuentos de familias en el dolor, en algunos casos, hasta quedar en la indefensión. Es por eso que se espera que esta ley sea prontamente tramitada y se convierta en un nuevo paso para disuadir y en últimos términos, condenar a quienes aún no entienden los efectos nefastos de conducir tras consumir bebidas alcohólicas.