Malaysia Airlines enfrenta un oscuro panorama luego de las dos tragedias
crisis. La aerolínea estatal lleva tres años en números rojos y registró millonarias pérdidas en el primer trimestre.
Ninguna otra compañía se había encontrado antes frente a una doble tragedia como la que está viviendo Malaysia Airlines. En menos de cinco meses perdió dos aviones en circunstancias extrañas, con un saldo de más de 500 víctimas. Hasta el momento no hay indicios de errores por parte de la aerolínea o de las autoridades malasias. Pero aun así los daños de imagen son incalculables, en parte por culpa del gobierno y de la propia empresa.
Y los viajeros le dan la espalda, sobre todo desde la desaparición del vuelo MH370. Las acciones caen desde hace meses y la empresa registró pérdidas por 102 millones de euros (unos 138 millones de dólares) en el primer trimestre, casi el doble que en el mismo periodo del año anterior. Así que antes de esta última catástrofe el accionista mayoritario, el fondo de inversiones estatal Khazanah Nasional Berhad, ya había pedido una profunda restructuración.
'Incluso aunque sea pura casualidad, ninguna compañía aérea había perdido dos grandes aviones en unos pocos meses', dijo a la BBC Bertrand Grabowski, analista del MAS-Bank DVB. 'Uno se pregunta si una marca puede sobrevivir a algo así', apuntó por su parte el analista de Mayban Mohshin Aziz. En tanto, la aerolínea Etihad, con sede en Abu Dhabi, ha rechazado en varias ocasiones estar interesada en la desafortunada empresa.
'Es el peor ejemplo de comunicación en una situación de crisis que he visto jamás'. Así resumió la situación el experto en relaciones públicas Anthony McClellan tras la misteriosa desaparición del vuelo MH370 en marzo. Y el asesor en comunicaciones estadounidense Gerard Braud pone como ejemplo a no seguir el desastroso trabajo de relaciones públicas que se hizo entonces en sus clases de gestión de crisis. Tras la desaparición del vuelo MH370 los portavoces de la aerolínea y los ministros malasios transmitieron una imagen de confusión y falta de información y se mostraron constantemente a la defensiva. La comunicación está funcionando mejor ahora, después de que el vuelo MH17 se estrellase en el este de Ucrania, supuestamente derribado por un misil. En esta ocasión Malasia está unida al resto del mundo frente a los responsables de la tragedia, mientras que en el caso del MH370 la aerolínea estaba en el punto de mira.
Pero independientemente de las culpass, lo ocurrido es una catástrofe para la empresa. La aerolínea, de propiedad estatal, está desde hace tres años en números rojos y amenazada por el éxito de la compañía de bajo coste malasia Air Asia.