Cultivar para triunfar
Alberto Pescio
La eliminación de Alemania sin ganar un sólo partido y no marcar ningún gol en la Eurocopa de Bélgica-Holanda del 2000 encendió todas las alarmas y la federación germana, en colaboración con los clubes, empezó a poner en práctica un método de búsqueda de talentos en todo el país.
Apostaron por invertir dinero en la base y no en traer tantos extranjeros para la élite, los clubes fueron instados a montar escuelas de fútbol como exigencia para que pudieran participar en las principales ligas. Obligaron a los equipos ricos a financiar parte de la formación de las entidades con menos recursos.
Actualmente, hay 366 centros de formación y también dejando espacio a los hijos de los inmigrantes como Mesut Ozil, de origen turco, o Sami Khedira, de familia tunecina.
Entre los años 2004-2006 enviaron a sus técnicos de categorías inferiores a ver métodos de trabajo de otras federaciones, poniendo especial énfasis en la francesa y española, dominadoras absolutas del fútbol juvenil por aquella época.
El caso de España es el que más les atrae. Es una federación dinámica, sin currículum en la absoluta pero con cada vez más títulos en los ciclos formativos, un ejemplo perfecto de un trabajo a largo plazo.
El sistema español de captación y formación de talentos así como los campeonatos territoriales cadetes y juveniles junto a cada federación regional les parece un acierto.
Alemania apuesta luego por un tipo de fútbol menos mecanizado y más combinativo, mezcla del clásico poderío teutón y una técnica más precisa. Se ficha también a exjugadores que sepan enseñar y no imponer una metodología deportiva. Y los resultados van llegando.
Por primera vez, desde 1984 Alemania, conquista el 2008 el europeo sub-19, al año siguiente gana el europeo sub-17 y ese mismo año triunfa en la Eurocopa sub-21.
Este es el punto de inflexión del fútbol alemán en los últimos años. Aquí estaban los Neuer, Boateng, Hummels, Khedira.
La mayoría da el salto casi inmediato a la selección con la que alcanzan brillantemente las semifinales del mundial 2010 y la Eurocopa del 2012.
Cuatro años después se coronarían campeones mundiales frente a la Argentina de Messi.
¡Premio!