Las letras nortinas una vez más se colman de aplausos, en esta oportunidad gracias a la pluma del escritor antofagastino, Antonio Skármeta, el nuevo Premio de Nacional de Literatura 2014. Máxima distinción en el país que busca reconocer a poetas, narradores, dramaturgos y ensayistas chilenos cuya obra y labor literaria posea una destacada trayectoria y sea un aporte al arte y a la cultura nacional.

Después de casi 50 años de exitosa trayectoria editorial que lo ha llevado por el mundo, el galardón fue otorgado a Skármeta 'considerando la trascendencia de su obra en distintos géneros narrativos, la difusión de su obra por distintos medios, como el cine, la ópera, el teatro, la música y la literatura'.

La vida del destacado novelista tuvo su origen en Antofagasta, en 1940. Nieto de una familia de emigrantes de Dalmacia (Croacia), Skármeta estudia primaria en el Colegio San Luis de la ciudad y en el Colegio Inglés de Santiago.

En 1949 sus padres emigran a Argentina y vive tres años en Buenos Aires donde continúa su educación en la Escuela Pública Casto Munita de Belgrano. Luego regresa a Antofagasta donde cursa primer año de secundaria en el Liceo de Hombres y a partir de 1953 hasta su Bachillerato en 1957 estudia en el Instituto Nacional.

Tras rendir su Bachillerato opta por estudiar Filosofía en la Universidad de Chile y completa sus ansias expresivas asistiendo regularmente a las clases de la Escuela Nocturna de Teatro de la misma universidad.

Durante su tiempo de estudiante en la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile dirige el CADIP (Centro de Arte Dramático de Instituto Pedagógico) y monta obras de Calderón de la Barca, García Lorca, William Saroyan, Edward Albee, entre otros. Obras que obtienen varios premios en festivales nacionales y universitarios.

Más conocido como escritor y guionista, Skármeta también ha trabajado como actor en tres películas, 'Ardiente paciencia', que dirigió él mismo y en la que hace del padre, 'Malou' (1981), de Jeanine Meerapfel y 'Journeys from Berlin' (1971) de Yvonne Rainer.

A los estudios de Filosofía y Teatro, agrega los de inglés en el Instituto Chileno Británico. Por esos años realiza labores esporádicas en la televisión y forma parte de un programa de literatura en el Canal de la Universidad de Chile llamado Libro abierto y recibe su primer premio importante: el Premio Casa de las Américas 1968 por Desnudo en el tejado.

Intelectual de izquierda, Skármeta fue miembro del Movimiento de Acción Popular y Unitaria (MAPU) en los años de la Unidad Popular. Después del golpe militar el escritor sale del país junto con el cineasta Raúl Ruiz.

Luego partió rumbo a Alemania Occidental, donde recibió en 1975 la beca del Programa de las Artes de la Academia Alemana de Intercambio Académico, gracias a la que pudo escribir su primera novela Soñé que la nieve ardía. A partir de 1979 trabajó durante tres años como profesor de Guion Cinematográfico en la Academia Alemana de Cine y Televisión en Berlín Oeste.

En 1989 regresó a Chile y al año siguiente fundó en el Instituto Goethe de Santiago un taller literario por donde han pasado gran parte de las nuevas generaciones de escritores nacionales. En 1992 creó y condujo el programa de televisión 'El show de los libros', emitido por Televisión Nacional (TVN).

Skármeta estuvo casado con la pintora chilena Cecilia Boisier, madre de sus hijos Beltrán y Gabriel. Luego se unió sentimentalmente con la alemana Nora Preperski, con la que tuvo otros dos hijos, Javier y Fabián. Es un gran aficionado a las carreras de caballos.

Actualmente está reeditándose nueve obras el escritor de 73 años, como 'Desnudo en el Tejado', 'No pasó nada', o 'La velocidad del amor'.

Tras ser distinguido en con el Premio Nacional de Literatura, Antonio Skármeta paso a formar parte del selecto grupo de literatos chilenos que han sido reconocidos con este galardón, entre ellos Pablo Neruda (1945), Gabriela Mistral (1951), Pablo de Rokha (1965) y Nicanor Parra (1969).

Podemos afirmar que el antofagastino Antonio Skármeta es un autor mediático. Pero hay más que una crítica en esta aseveración.

Hay una intención por parte del escritor de utilizar otros medios y otros lenguajes para hacer llegar el mensaje de sus textos a audiencias mayores.

Es este un escritor conscientemente 'transmedia', con conocimientos de cine y televisión, que ha apostado a la masificación del aparato literario y a asumir el rol de mediador y formador de audiencias.

Desde 'El show de los libros', hasta su novela Ardiente paciencia adaptada al cine, es posible afirmar que ha desempeñado una función de fomento a la lectura a nivel país.

Etiquetado como perteneciente a la generación literaria del 60, o a los llamados 'novísmos', autores posteriores al Boom Latinoamericano, asume la postura interdisciplinar de cruce de discursos.

No es difícil apreciar la transformación de la obra literaria del autor a medida que varía el contexto político-social en el que se inscriben sus relatos.

Se pueden encontrar grandes diferencias entre sus novelas cuyo referente es el aspecto social, como en los casos de No pasó nada (1980), Soñé que la nieve ardía (1975) y La insurrección (1982) a su última trilogía La boda del poeta (1999), La niña del trombón (2001), y El baile de la victoria (2003).

Las primeras obras, escritas en su exilio en Alemania Occidental fueron la antesala de su cambio a una literatura que considera al receptor como co-constructor de la obra según la teoría de la recepción literaria, que asume a los medios masivos y la tecnología como aliados del libro, poniendo en relieve el valor comunicativo de la literatura.