El norte siempre ha sido una tierra atractiva para los inmigrantes, tanto residentes de países cercanos, como de otras latitudes.
Por eso llaman tanto la atención los resultados de la encuesta aplicada por Líbero Consultores, publicada ayer por este Diario, donde el 49% de los antofagastinos se declara contrario a la llegada de personas de otras naciones.
El informe, elaborado entre el 2 y 17 de agosto, indica además que el 67% de los que rechaza la inmigración, reconoce tener algún grado de xenofobia, situación que asoma como un peligroso antecedente.
Las estadísticas fueron analizadas por distintos actores de la ciudad, ligados a la política, la historia y la sociología, quienes llegaron a la conclusión que Antofagasta no está preparada para este boom migratorio y que el Estado tiene mucho que decir al respecto.
El senador Alejandro Guillier expresó que el Estado chileno durante décadas ha tenido 'abandonada' a la zona norte, lo que es un problema a la hora de recibir a inmigrantes.
'Otra macrotendencia es que los que se denominan 'chilenos' trabajan en la región pero se van a vivir a la zona centro del país, por lo tanto, los migrantes cubren esos cupos. Si eso se mantiene en un horizonte de 10 años, se producirá un cambio étnico, social y socioeconómico muy grande', dijo.
En cuanto a la xenofobia, el también sociólogo y periodista explicó que este fenómeno se da mayormente hacia los afro-colombianos, porque son completamente distintos de nuestra idiosincrasia.
'El peruano y boliviano es más parecido al nortino, son forjadores de esta región también. Pero los colombianos evidentemente cambiaron el espectro, son más llamativos, más alegres y expresivos, son más grandes y más gritones. Entonces la gente se asusta por el cambio cultural que ellos representan', añadió.
El escritor e historiador nortino, Adolfo Soza, reconoce que existe un problema, pero descarta que sea xenofobia.
'Hay miedo porque nos pueden quitar el trabajo o porque se les asocia con la persona que roba o trafica. Pero no es xenofobia en sí. El norte de Chile, por historia, nunca fue xenófobo, somos una 'macedonia', una simbiosis que provocó la transculturación de los pueblos, no tenemos una identidad de un pueblo único', recalcó. En opinión del experto, no existe un odio a la gente de color, como algunos piensan.
Para los especialistas, la demandante economía, la poca infraestructura y las falencias de los servicios públicos influyen en que se cometan 'abusos' contra los inmigrantes.
El concejal Patricio Reyes enfatizó que, en materia de vivienda, los dueños de residenciales construyen grandes cantidades de piezas de muy pocos metros cuadrados, lo que genera un importante hacinamiento de los extranjeros.
'En el sector norte, en el campamento La Chimba, hay colombianos que están pagando $100 mil por habitación, además de $10 mil por cada tarro con agua. Recordemos que esa agua la lleva la municipalidad con un camión aljibe. Eso es un abuso y una realidad que está pasando ahora y hay que ponerle atajo', señaló.
La académica de la Universidad Católica del Norte y doctora en relaciones internacionales de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, Francis Espinoza, precisó que la xenofobia está directamente relacionada con el color de la piel. A su juicio esto explica que en el pasado, cuando la inmigración era mayoritariamente europea, no existiera tanto prejuicio hacia los recién llegados.
'He escuchado comentarios como 'nunca he visto tanto negro' y eso refleja que no estamos preparados culturalmente. Los niños sufren bullying en los colegios, no hay políticas públicas reales sobre el tema', reclamó.