Por estos días se puede ver en distintos puntos de nuestra capital regional a los voluntarios de Bomberos ofreciendo números de la tradicional rifa anual de la institución.

Por si alguno lo desconoce, tal actividad permite a esta organización hacerse de recursos para enfrentar los onerosos gastos de su labor desinteresada y gratuita para la comunidad.

La historia dice que el 4 de abril de 1875, dos días después que un incendio consumiera una manzana y dejara una decena de heridos se fundó la Primera Compañía 'Bomba Antofagasta', y junto con ella el Cuerpo de Bomberos con cerca de 70 voluntarios.

Una propiedad en calle Prat (en ese entonces La Mar) ardió desatando el desastre en una ciudad que apenas tenía una generación de historia.

La institución bomberil es uno de los casos más sobresalientes de ejemplo y entrega por el otro. En Chile mucho más pues se trata de una creación construida sobre el voluntariado, pero que mantiene los mejores estándares mundiales. Es decir, aunque se trata de personal que no recibe una remuneración, logró un profesionalismo a toda prueba, como los que se encuentran en un país desarrollado.

El combate de incendios, el rescate de personas, el auxilio en accidentes, o el control de sustancias peligrosas y hasta cuestiones anecdóticas como el rescate de mascotas, son algunas de las labores. Amor puro por la sociedad.

La rifa anual es organizada por voluntarios de la 2ª, 3ª, 4ª, y 5ª Compañías y se realizará el próximo viernes 28 de noviembre.

La meta para este año es generar una ganancia de 10 millones de pesos por cada compañía a fin de poder cumplir con este objetivo que finalmente, va en beneficio directo de toda la comunidad antofagastina.

No cabe duda que Bomberos es una de los referentes morales de nuestro país y una organización que merece todo nuestro afecto y agradecimiento por la labor que realizan.

A no dudar, nuevamente Antofagasta demostrará su cariño por los Caballeros del Fuego con una acción simple: nada más que comprar los boletos en venta.

Esta semana ocurrieron las elecciones de la Federación de Estudiantes de la UA. Tres listas se presentaban, una de centro izquierda, otra afiliada al PC y una última trotskista. Esta última obtuvo el 4,6% de los votos válidamente emitidos, la lista comunista el 7,9% y la primera el 17,2%. Sobre un universo electoral de 5.902 votos, votaron 1.867 estudiantes, es decir, menos de un tercio… Menos que el porcentaje que se dio a conocer para la última campaña presidencial a nivel nacional.

Que esto ocurra al interior de una institución pública, que lógicamente debería disfrutar de un nivel cultural superior al promedio, tiene algo de preocupante, o a lo menos llamativo. Lo es igualmente el hecho reglamentario que si no se alcanzaba un quórum de 40% de participación, no se validada dicho proceso. Entonces, se inició un nuevo proceso eleccionario, únicamente para las dos primeras mayorías, en el cual no se requerirá ningún quórum. Una pregunta que conviene aquí plantearse es saber para qué sirve el quórum establecido en el principio si se puede descartar tan fácilmente. La segunda, más preocupante, es saber cuál es el verdadero espíritu ciudadano de esta praxis. Si esto sigue su curso, difícilmente la nueva FEUA podrá hablar de la falta de representatividad de cualquiera autoridad y reivindicar la necesidad de insuflar espíritu democrático en los estatutos de la universidad o en cualquier otro ámbito, ya que aquí no se nota mucho el espíritu republicano, de acuerdo a lo sucedido.

Últimamente, se está discutiendo la reforma del binominal. Los dos senadores de la región se declararon en contra. Muchos ven ahí cálculos personales, lo que ha perjudicado desde un inicio cualquier intento de modificación a este sistema, pero también es otro síntoma de la dificultad de la Nueva Mayoría en cerrar filas.

El interés general cede cada vez más terreno a intereses individuales, que sea a nivel micro o macro. Fácilmente se puede caer en un discurso anti 'clase' política, pero los actores involucrados no provienen de una nave espacial sino que son fruto de la sociedad en la cual están inmersos y de las instituciones que la rigen.

El poeta William A. Ward escribía: 'es imposible, dice el orgullo; es arriesgado, dice la experiencia; no tiene sentido, dice la razón; inténtalo, susurra el corazón' -me permitiría agregar - 'y acomódate, grita el oportunismo'.