Una alternativa entre el marxismo y el capitalismo era la que presentaba el candidato de la Democracia Cristiana, Eduardo Frei Montalva.
Hace medio siglo y con ese discurso, el falangista llegaba a La Moneda avalado por el 56% de los votos, superando al candidato del Frente de Acción Popular, Salvador Allende, quien alcanzó el 39% y al derechista Julio Durán, que apenas sumó el 4%.
Claro que el aplastante triunfo del abogado fue posible gracias a la 'rendición' de los sectores conservadores que se inclinaron por Frei con el objetivo de evitar el ascenso de Allende Gossens.
ÉPOCA DE CAMBIOS
Pero el triunfo de quien prometió la 'Revolución en libertad' no fue nada de sencillo y así lo retrata la prensa de la época que vivió una profunda polarización. Cinco años antes, la revolución de Fidel Castro había tomado Cuba y sus efectos parecían multiplicadores en especial en América Latina.
El mundo vivía un juego de ajedrez entre las súper potencias de la época. Por un lado, Estados Unidos, presidido por Lyndon B. Johnson y por el otro, la Unión Soviética a cargo de Nikita Jrushchov. La Guerra Fría vivía sus momentos de esplendor con el punto cúlmine apenas dos años antes, cuando la URSS instaló misiles atómicos en Cuba, con los que podía efectuar ataques a suelo norteamericano.
Con ese contexto, y en los estertores de la presidencia del conservador Jorge Alessandri Rodríguez, reaparece Frei, presentado nuevamente por la DC. Su discurso diferente le permite superar los esquemas partidarios y atraer gran parte de la juventud del país con sus ideales humanistas.
recuerdos
Floreal Recabarren, amigo de Frei Montalva y alcalde de Antofagasta en ese entonces lo recuerda como una 'hermosa época'.
'Era un momento en que la gente estaba por ayudar al desarrollo de Chile. La campaña de Frei fue muy popular, teníamos grandes esperanzas en un hombre extraordinariamente inteligente, idealista y pedagogo', recordó.
Pero el ambiente de crispación ya comenzaba a mostrar lo que se vería en seis años más con el triunfo de la futura Unidad Popular. Prácticamente toda la prensa mostraba agresivos mensajes de uno y otro bando. Multitudinarias columnas de apoyo a Frei y Allende eran la nota común, con un acento en el miedo que provocaba la izquierda, según lo hacían notar la DC y la derecha.
En concreto, la mayoría de los mensajes en contra de Allende se concentraban en mostrar los resultados de Cuba, respecto a la pérdida de libertades, prohibición de culto, intolerancia a la diferencia, ejecuciones sumarias y otros. Las enormes diferencias de las tres alternativas quedaban de manifiesto en cada intervención.
A esto se sumó el apoyo externo. Desclasificaciones de la CIA confirmaron el aporte de unos US$4 millones de la época a la campaña del falangista, aunque se discute que el candidato jamás lo supo.
programa
Ya con el triunfo en el bolsillo, Frei se concentró en su programa que en principio tuvo resultados positivos que le significaron victorias inmediatas potentes. Bajo el lema 'un parlamento para Frei' consiguió el 42.3% de los votos en las parlamentarias realizadas seis meses después.
El historiador y académico de la UCN, José Antonio González también destaca el empoderamiento de los sectores más populares y parte importante de la clase media, aspecto en el que fueron determinantes los liderazgos locales de la DC.
'Su gobierno tuvo mucho impacto en Antofagasta con la organización de las organizaciones de base, como juntas de vecinos; la chilenización del cobre, el inicio de las explotaciones en La Exótica, la reforma educacional; el aporte de Corfo, en particular en la industria pesquera y la ayuda a las cooperativas de vivienda', explicó.
En concreto, la elección de Frei fue vista con interés en el mundo, pues se trataba de un experimento político, que podía ser la opción al capitalismo y al socialismo, aunque el resultado final no fue el esperado.