El ex senador Camilo Escalona confirmó ayer su decisión de postular a la presidencia del Partido Socialista, restando importancia a las declaraciones de Isabel Allende, quien criticó su eventual candidatura y lo acusó de haber polarizado la colectividad durante el tiempo que la condujo.

En Concepción, donde presentó su libro "Duro de Matar", Escalona dijo que cualquier militante socialista tiene el derecho a manifestar su opinión, pero defendió su gestión como timonel de la colectividad.

"Eso me parece que es cosustancial al Partido Socialista, que es una fuerza eminentemente democrática en que las personas pueden tomar sus decisiones libremente. Tengo el orgullo de haber roto el ciclo que tenía el Partido Socialista y que lo sufrió especialmente el Presidente Allende, de ser una fuerza que no sabía respaldar a sus presidentes", declaró según consignó radio Bío-Bío.

La colectividad debe renovar a su directiva en abril del próximo año. Y el actual presidente, Osvaldo Andrade, no puede repostular por impedimentos en los estatutos internos.

Respecto a la carrera presidencial, Escalona coincidió con Allende en que es prematuro comenzar hoy el debate por las candidaturas.

"Como señala la senadora Allende, ella no quiere precipitar de manera prematura el debate presidencial. Yo hago mías sus palabras. Me parece bien y aplaudo que las personas la puedan estimular pero soy coherente también con lo que ella solicita", finalizó.

carrera presidencial

"No niego que hay gente en la calle que me para, que me dice 'qué emoción, como nos gustaría, debería llegar un Allende a La Moneda', es un sentimiento espontáneo y natural de gente que así lo vive. Mi reacción aquí es decir: 'Bueno, el tiempo dirá qué es lo que sucede'. Lo peor de estas cosas es marearse, precipitarse, y creo que la gente también percibe eso, y el tema presidencial no está a la orden del día para mí", dijo.

Agrega que el resultado de la última encuesta CEP, donde destacó como la tercera con mejor evaluación, "fue una sorpresa total, nunca me habían medido y me siento muy agradecida de esa valoración positiva (...) Entonces, más allá de la sorpresa y lo gratificante, uno tampoco tiene derecho a cerrar definitivamente la puerta, pero tampoco es algo que haya estado en mi diseño. Adelantar la carrera presidencial me parece inoportuno, porque tenemos muchos desafíos con la reforma educacional, el binominal, la cuota de género o la reforma laboral".

Pese a ello, la parlamentaria insistió en que su partido debe tener a un representante en las primarias del bloque oficialista. "Es muy simple y hay que decirlo con claridad: Ni Marco Enríquez-Ominami ni Andrés Velasco son la Nueva Mayoría. Y creo que como Nueva Mayoría no podemos abdicar a tener nuestras candidaturas, y nuestro mundo tiene que estar presente".

Y luego afirmó: "Yo no me imagino que el Partido Socialista no lleve candidato. El PS tiene que llevar candidato. Ni Marco Enríquez-Ominami es el candidato del PS ni Andrés Velasco tampoco. Yo creo que la Nueva Mayoría tiene que sacar sus propias candidaturas, de su propio mundo. Y ni lo uno ni lo otro lo son".