En una masiva ceremonia, la Iglesia beatifica al sucesor del fundador del Opus Dei
evento. Al acto asistió el niño chileno que recibió un milagro del obispo.
Miles de personas de decenas de países asistieron ayer en Madrid a la ceremonia de beatificación del obispo Álvaro del Portillo, sucesor del fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. El delegado del Papa Francisco, el cardenal Ángelo Amato, presidió la celebración eucarística, que se celebró al aire libre en el barrio de Valdebebas de la capital española. Al evento asistieron más de 200.000 personas, según la organización, además de 1.200 sacerdotes, más de 150 obispos y 17 cardenales.
La misa arrancó con palabras del Papa, quien a través de una misiva animó a los fieles a buscar "el camino de la santidad en la sencillez y cotidianidad de la vida" siguiendo el camino de Del Portillo.
Uno de los momentos más emocionantes tuvo lugar cuando el cardenal Amato pronunció en latín la fórmula de beatificación y anunció que la festividad del nuevo beato será el 12 de mayo, día de su primera comunión.
El Vaticano reconoció como milagrosa la intercesión de Del Portillo para la recuperación en 2003 de José Ignacio Ureta Wilson, el niño chileno que estuvo con un paro cardíaca más de media hora y que se recuperó de esta y otras dolencias sin explicación científica.
La familia del niño estuvo presente en la eucaristía y fue la encargada de portar hasta el altar un pequeño relicario con la sangre del nuevo beato. "Para nosotros fue muy impresionante. Muchas personas, todos dispuestos en un ambiente de mucha piedad y familia", dijo Susana Wilson, la madre de José Ignacio.