Hace 43 años, Neruda…
Yo no aprendí en los libros ninguna receta para la composición de un poema. En el curso de mi vida he encontrado en alguna parte la aseveración necesaria, la fórmula que me aguardaba, no para endurecerse en mis palabras sino para explicarme a mí mismo.
Ningún poeta administra la poesía. Ningún poeta tiene más enemigo esencial que su propia incapacidad para entenderse con los más ignorados y explotados de sus contemporáneos, en todas las épocas y en todas las tierras.
El poeta no es un pequeño dios. No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres y oficios Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla conciencia, podrá convertirse en parte de una colosal artesanía, simple o complicada, que es la construcción de la sociedad, la transformación de las condiciones que rodean al hombre, la entrega de la mercadería: verdad, vino, sueños. Si el poeta incorpora su ración de compromiso, su dedicación y su ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el poeta tomará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de la humanidad entera.
Creo que mis deberes de poeta no sólo me indicaban la fraternidad con la rosa y la simetría, con el exaltado amor y con la nostalgia infinita, sino también con las ásperas tareas humanas que incorporé a mi poesía.
Yo vengo de una oscura provincia, de un país separado de todos los otros por la tajante geografía. Fui el más abandonado de los poetas y mi poesía fue regional, dolorosa y lluviosa. Pero tuve siempre confianza en el hombre. No perdí jamás la esperanza. Por eso tal vez he llegado hasta aquí con mi poesía, y también con mi bandera.
En conclusión, debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esa frase de Rimbaud: solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
19 de octubre de 1971, parte del discurso, al ser nominado Premio Nobel de Literatura.