Pasar por el bandejón central de la avenida Balmaceda frente a los edificios colectivos no es una experiencia recomendable, al menos durante estos días. Este espacio público, diseñado y construido con un carácter lúdico, familiar y con proyecciones turísticas, está hecho un desastre.

A la acción insalubre de la colonia de patos yeco que se instaló sobre sus árboles, se agrega una jauría de perros avecindada en el lugar y dedicada a corretear automóviles, motos y a quien se atreva a pasar por el lugar. En su extremo sur, por meses un grupo de indigentes instalados en carpas hacen su vida cotidiana a vista y paciencia de todos.

No es una zona periférica, estamos en el corazón de la "Capital minera del Mundo". La región que concentra el 37% de la inversión nacional al 2018 y con un PIB per cápita superior a los US$37 mil, el más alto del país.

Lo peor es que este tema -al menos en lo que a gente en situación de calle se refiere- ha proliferado por casi todos los espacios públicos de la ciudad: parque Brasil, al costado del puerto, parque Japonés y en prácticamente todas las playas.

Comunidad

El estado de los espacios públicos preocupa a la comunidad. Issis Franco, empresaria, pasa todos los días por la Costanera Central cuando se dirige a su trabajo.

"Es penoso ver el estado del bandejón central. Está todo sucio con fecas de aves, las áreas verdes ya no existen, lleno de perros y gente viviendo en condiciones de calle. Nadie se preocupa de limpiar, ni de la gente que vive allí, son espacios públicos que están en total deterioro y las autoridades no hacen nada. Los antofagastinos tenemos derecho a vivir en una ciudad limpia", aseguró.

El último catastro de la población en situación de calle en Antofagasta data de 2012 y fue entregado con la Encuesta Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), según ésta, alcanzan las 714 personas.

El 79,2% de ellos se sitúa en el rango etario entre los 25 y 59 años. La mayoría llega a vivir en la calle debido a problemas familiares.

Sin embargo, hay un dato que diferencia a las personas en situación de calle en Antofagasta del resto del país. Mientras a nivel nacional el 24,4% asegura que está en esa condición debido a problemas con el consumo de alcohol y drogas, en la capital regional ese promedio llega a 36,6%.

acciones

Víctor Flores, director regional del Hogar de Cristo, lamenta que este problema siempre se aborde desde la misma perspectiva.

"Normalmente se identifica a este grupo de personas como usuarios del espacio público sobre el cual otras personas también tienen derechos o una valoración en función del turismo o el comercio. Eso normalmente va asociado con factores de discriminación que relacionan a esta gente con delincuencia, drogadicción, mendicidad, entre otros".

Según él, esos problemas sí existen y no es posible negarlos, pero son residuales. "La mayoría de la gente está en la calle por problemas con su familia. Lo que queremos instalar es que son personas vulnerables que viven en exclusión social y son objeto de discriminación. Por lo tanto, requieren respuestas multidimensionales que atiendan la variedad de causas que los llevan a vivir en la calle", sostiene Flores.

En esa lógica, su desalojo es una medida que va a resultar sólo temporal y que resuelve momentáneamente el problema del espacio físico. "Si trabajamos el tema con dispositivos que aborden las distintas causas por las cuales están en la calle, entonces estamos remediando los problemas de la persona y tendremos muchas más probabilidades de éxito en su recuperación", dijo.