En la alegría infinita de servir, acepté la gentil invitación de Aiep de la Universidad Andrés Bello y de Signium XXI, para compartir junto a destacados Panelistas, el "Análisis de Resultados Primer Simce Escritura 2013 en Chile, en los Estudiantes de Sexto Año Básico".

Fue la ocasión para reiterar que Simce no refleja Calidad de Educación, sino una mirada reduccionista que refleja aprendizajes cognitivos de algunas materias y que, más que ello, sólo dibuja realidades de los distintos grupos socio - culturales y económicos de nuestra segmentada sociedad y no contempla el desarrollo afectivo, artístico, cultural y físico, que promueva hacia una "Vida Feliz".

La jornada académica mostraba signos poco alentadores del 50% de logro; que había mejor resultado en lo narrativo que lo informativo, que el déficit mayor se observaba en ortografía puntual, o que las mujeres tenían mayor logro que los varones, que no había mayor diferencia entre los tipos de colegios y si, obviamente, graficaba diferencias a favor de los grupos socio-económicos altos, en desmedro de los grupos bajos.

Descubrí entonces, la importancia fundamental de comunicación en la palabra, oral o escrita; puesto que, en lectoescritura, se produce el mayor fracaso escolar y disminución de la autoestima, que es la herramienta natural y fundamental de desarrollo personal y de nivelación social, que desarrolla la inteligencia, la creatividad, los planos afectivos, construye dignidad, comprensión a la diversidad, tolerancia para avanzar hacia una sociedad, hermana y hermosamente fraterna.

Esa mañana, escribí con letras de oro en mi alma que, la palabra transforma, sensibiliza, conmueve, convence, orienta; en definitiva, construye mundo, construye realidad.

Por ello, Maestros y Apoderados, con humildad os invito a que, en la palabra de agua, estrellas y sabiduría, construyamos el surco fecundo hacia el sueño eterno de la libertad y la paz universal.